Martes 12 de diciembre de 2023
Letras
de Arenas
Pepe Arenas, presenta:
“Las Peripecias, por P. Périz
Copio”
VACACIONES
Le ofrecí a mi prima Susana Copio que le llevaría un kilo
de café de Coatepec, del pedido mensual que hago a mi primo Martín Blanco, que
tiene su propio beneficio ahí, pues no creo haber probado uno mejor, y en la
familia tenemos el mismo gusto por esa infusión deliciosa.
Susi, como le decimos en casa, me dijo que llegara a la
hora de la comida para acompañar a su clan, a lo que desde luego accedí, pues
guisa riquísimo, como casi todas mis parientes.
Cuando llegué, ya estaban ahí Manuel y sus hijos,
Maricela, bióloga; Yadira, actriz; y Arturo, meteorólogo, jóvenes maduros,
solteros aún.
Esa parte de mi numerosa familia materna me gusta mucho.
Tienen una magnífica relación los cinco y como cada cual tuvo desde pequeños
muy definida su vocación, variada, diversa, siempre hay algo nuevo que
escuchar.
⸺ ¿Cuántos días hace que pegó el huracán Otis en Acapulco?
⸺ 51, Pa, ¿por qué la pregunta? ⸺ respondió Maricela
⸺ Esta mañana vi el noticiario y constaté que la
situación sigue siendo catastrófica, parece que no avanzaran tan rápido como
podría esperarse, con tantos recursos.
⸺ A ver, papá, primero te diré que fue un huracán
categoría 5 de la escala Saffir-Simpson, es decir, la más alta, por eso efecto
fue catastrófico, devastador; y segundo, que desapareció el llamado Fondo para
Desastres Nacionales, y al disminuir los recursos, que se están gastando –iba a
decir “invirtiendo”–, en obras no necesariamente útiles o indispensables, ya no
hay lana, se acabó. Si hubiera recursos, ya los habría aplicado el gobierno, no
que están dándoles paliativos a los damnificados y por eso no avanza la
reconstrucción del puerto más famoso de México.
La respuesta de Arturo me confirmó que se trata de un
profesional informado y con criterio propio.
⸺ Oigan, hace años que no vamos a Acapulco. Oí que ahora
sí autorizan pernoctar en la playa. Podemos llevar las casas de campaña que
apenas si hemos usado –creo que están en el desván– y hacemos fogatas y armamos
la chorcha con otros que hagan lo mismo, sería muy divertido, ¡vamos!
La idea de Yadira cayó en blandito. De inmediato se
sumaron y Susi dijo que en vez de aportar más de lo que ya llevaron al centro
de acopio, ahora lo harán directamente y así apoyarán a los lugareños, comiendo
en los restoranes que ya se habilitaron y consumirán ahí lo que requieran para
pasarlo muy bien.
El resto de la comida fue en ambiente de algarabía. De
inmediato hicieron una lista de los amigos que invitarán, y elaboraron un plan
con fechas y el lugar donde podrían establecer “el campamento Copio”.
Como no me incorporaron en el plan, me limité a
escucharlos, mientras me deleitaba con los chongos zamoranos, uno de mis
postres favoritos.
josearenasmerino@gmail.com
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