-Bala asesina para “Bárbara Greco”
-“Levantón” en pleno cumpleaños
-Agredido por policías estatales
PUES resulta que el inicio
de 2020 no ha resultado muy halagador para el gremio periodístico a juzgar por
el asesinato, “levantón” y agresiones a una semana de que termine febrero.
El trágico hecho ocurrió
en ciudad Juárez, Chihuahua, en donde manos criminales asesinaron a la locutora
TERESA ARACELY ALCOCER, quien transmitía en la radiodifusora “La Poderosa de
Juárez” con el seudónimo de “Bárbara Greco”.
Por razones hasta ahora no
totalmente claras, la comunicadora recibió un disparo de arma de fuego en la
cabeza que le quitó la vida instantáneamente. La fiscalía estatal tomó conocimiento
del feminicidio e inició la indagatoria correspondiente.
En Cuernavaca, Morelos, un
comando armado irrumpió violentamente en un restaurante-bar y secuestró al
empresario y editor ADRIÁN FERNÁNDEZ GUERRA, director de la Revista Perfil que
circula en esa entidad federativa.
Por fortuna, aunque
extrañamente, en rápida movilización policial se logró ubicar la casa de
seguridad en donde los plagiarios lo mantenían privado de su libertad.
Oficialmente se produjo un
enfrentamiento a balazos sin que nadie saliera herido, asegurando las fuerzas
del orden a 10 delincuentes y otras tantas armas largas y cortas.
FERNÁNDEZ GUERRA, quien
celebraba su 54 aniversario de vida, es ampliamente conocido en el estado de
Morelos por su actividad y relaciones diversas.
La sociedad morelense se
mostró extrañada por la rápida localización y rescate del comunicador
“levantado”, máxime por la aparatosidad y violencia con que actuó el comando
armado que, incluso, asesinó a un empleado del restaurante-bar.
El interés y celeridad
mostrados por el Fiscal General URIEL CARMONA GÁNDARA y la Fiscal Especial
contra Secuestros y Extorsiones, ADRIANA PINEDA FERNÁNDEZ, debieran
manifestarse en todos los casos y no actuar discrecionalmente.
Por cierto, no hace muchos
ayeres, otro ciudadano ampliamente conocido con residencia en Cuernavaca,
Morelos, relacionado con medios de comunicación y que utilizaba camioneta
blindada, tuvo que dejar la ciudad de la “eterna primavera” y refugiarse en los
Estados Unidos ante las amenazas recibidas.
En la ciudad de Oaxaca,
reporteros de distintos medios de comunicación fueron agredidos a golpes por
una turba de manifestantes que se apersonaron en las oficinas del Tribunal
Unitario Agrario.
Los agresores reclamaban
ante esa instancia gubernamental la posesión de varios terrenos y se
inconformaron con los reporteros que tan solo realizaban su trabajo
informativo.
La fiscalía oaxaqueña
actuó en consecuencia, lo que permitió la captura de los violentos
posesionarios que ahora habrán de responder por el delito cometido.
En Nuevo Laredo,
Tamaulipas, agentes de la Policía Estatal arrestaron al periodista NEFTALÍ
ANTONIO GÓMEZ tan solo porque tuvo la “osadía” de cubrir la nota relacionada
con la volcadura de una camioneta-patrulla.
La impericia del conductor
de la unidad policial provocó que perdiera el control y se volcara sobre el boulevard
Colosio de esa ciudad del norte tamaulipeco.
Apenas el fin de semana el
periodista capitalino SALVADOR ESTRADA fue asaltado y brutalmente golpeado. Por
fortuna, el comunicador se recupera satisfactoriamente en el Hospital La Raza
de la ciudad de México.
Respecto al asesinato de
la locutora TERESA ARACELY ALCOCER y el “levantón” del editor ADRIÁN FERNÁNDEZ
GUERRA, hasta el momento las autoridades correspondientes no han informado
oficialmente si ambos casos están relacionados con la actividad periodística.
Como es evidente, la
vulnerabilidad del gremio está más que manifestada en el inicio del presente
año que todavía no arranca dos hojas del calendario.
DESDE EL BALCÓN:
Resuelto el problema
derivado del debido proceso que establece el nuevo sistema de justicia penal
acusatorio, ahora la autoridad capitalina tendrá que resguardar la seguridad de
los presuntos feminicidas de la pequeña FÁTIMA.
Es de sobra conocido que
los penales tienen su propio gobierno y leyes que se manifiestan con severidad,
sobre todo en casos como el que indignó a la sociedad mexicana.
Cierto es que los acusados
serán monitoreados las 24 horas del día como medida preventiva para evitar
agresiones o que atenten en contra de sus vidas.
Sin embargo, historias
documentadas relatan como “extrañamente” responsables de ese tipo de delitos
deciden “suicidarse” colgándose de un barrote de su celda o bien de “una docena
de puñaladas”.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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