Jueves 3 de noviembre de 2022
Letras
de Arenas
Pepe Arenas, presenta:
“Las Peripecias, por P. Périz Copio”
DIVISIÓN
Con mucho gusto acepté la invitación de mi primo Arnoldo
para cenar en su casa. Él es un exitoso empresario, ingeniero civil de
profesión, casado con Alma, una guapa sinaloense –como casi todas las
sinaloenses–y padre de Domingo, estudiante de la licenciatura en Ciencias
Políticas en la mejor universidad de habla hispana, la UNAM.
Llegué, con una botella de mi mezcal favorito, Oxhoa, y
si bien no es un vino para cenar, “es un buen trago a cualquier hora”, según la
opinión del propio Arnoldo, así que sirvió los dos primeros, cuando Alma llamó
a ocupar nuestros lugares en la mesa.
Además de nosotros tres, se sentaron Domingo, mi sobrino
que será politólogo, y su compañero y amigo de la carrera, Noé Noguerón,
invitado por él. Ambos están en el penúltimo semestre y ya Domingo dijo que
quiere hacer una maestría en una universidad española, no recuerdo cuál.
La conversación pronto derivó precisamente en temas de
la política, en los cuales tampoco soy
avezado, de suerte que preferí mantenerme callado y listo para aprender,
mientras degustaba la riquísima crema de flor de calabaza que preparó Alma, y
luego vendrían unas ricas quesadillas de distintos contenidos. Yo elegí dos de
sesos y dos de carne con papas.
⸺ Le digo a Noé que no está en lo cierto cuando afirma
que Latinoamérica se está yendo a la izquierda, pero él insiste en que el
regreso de Lula en Brasil es una clara muestra de que para allá vamos⸺ dijo
Domingo.
⸺ Pues los hechos hablan por sí mismos: a excepción de
unos cuantos países, la mayoría ya se pintó de rojo, son gobiernos de
izquierda, ¿o no es así ingeniero?⸺ Preguntó dirigiéndose a Arnoldo, que en ese
momento no pudo responder pues estaba masticando su quesadilla.
⸺ A ver, Noé, aclaremos: primero, no todos son de
izquierda, me refiero a la izquierda ortodoxa, es decir la que cabe en ese
concepto, pues ni son socialistas, ni mucho menos comunistas –exceptuado quizá
a Cuba, y eso también es discutible–; y por otro lado, y por ello igualmente
importante, esos gobiernos llegaron arañando la mayoría de votos, como en
Brasil, precisamente⸺ replicó Domingo.
Me pareció que Arnoldo estaba esperando ordenar sus ideas
para opinar; sin embargo, le pidió a su mujer que le sirviera otra quesadilla y
se mantuvo silente. Aprovechó para llenar nuestros vasos de ese rico mezcal,
sin preguntar si quería más, lo cual agradecí.
⸺ Pues mientras no se reúnan y se pongan de acuerdo los
gobernantes para decidir el rumbo y la metodología para definir la estrategia y
cumplir con lo que fijaron en el foro de Sao Paulo, no se puede decir que
prevalece la izquierda⸺ adujo Domingo.
Al escuchar a mi sobrino expresar eso, pensé que quienes
no votaron por Lula, Borich, Fernández, López, y los otros presidentes de la
llamada izquierda, deberían informarse qué es eso del Foro de Sao Paulo; digo,
si es que no están de acuerdo. Mientras tanto, lo que prevalece es la desunión
y recordé la frase que a brochazos alguien escribió en una barda en una calle
de mi colonia: “Divide y destruirás”.
Se hizo tarde y me despedí agradecido por la invitación,
no sin antes aceptarle a mi primo un último mezcalito.
josearenasmerino@gmail.com
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