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H, Matamoros, Tamaulipas:


MARCHA

 Lunes 17 de noviembre de 2025


Letras de Arenas

Pepe Arenas, presenta:

“Las Peripecias, por P. Périz Copio”

MARCHA

— No, no me duelen, los pies, me duele todo, yo ya no estoy para estas lides, Susanita.

— Papá, no digas eso, tienes mucha cuerda todavía, además, sabemos que estas acciones son un gran motivo para ti, así lo has demostrado casi toda tu vida.

Estábamos en casa de los Copio Díaz, de regreso de la marcha de hoy, bajo un solazo inclemente, del que nos protegimos con sombreros, de todo tipo y colores, pero la mayoría de esos que elaboran los artesanos de diversas organizaciones que tradicionalmente se han dedicado a tejerlos con palma. Esta vez los sombreros tuvieron un valor conmemorativo, que nos identificó con el llamado Movimiento del Sombrero, originado en la lucha que libró el extinto alcalde de Uruapan, Michoacán, asesinado hace dos sábados, el 1 de noviembre.

Mi tío Arnulfo Copio Soberanes, participó en muchas marchas como esta, la primera en 1959, cuando aún era estudiante de medicina, y en muchas otras, según nos ha platicado, y como él lo dijo, no podía faltar a la de hoy, en particular porque coincidió con la que convocaron los jóvenes de la llamada Generación Z, esa que está impulsando una enérgica presencia en diversos países, en algunos de ellos -al menos dos-, donde provocaron la caída de sendos gobiernos.

Nos preparamos para participar desde que se anunció la marcha, sólo que no contábamos con que iríamos casi todos los Copio, y muchos de los Périz, así que nos pusimos de acuerdo para acudir en bola, en especial cuando se supo que, ya no sería una marcha sólo de los jóvenes de la Generación Zeta, sino general, por el homicidio de Carlos Manzo Rodríguez, un luchador social modelo, un héroe.

— Sí hija, pero ya marcho con muchos calendarios a cuestas, por eso dijo que me duele todo, empezando por los pies, y terminando con la cabeza. Por favor acércame la cajita del Ibuprofeno que está en mi buró y un vaso con agua.

Mis sobrinos, hijos de Susana, Paulino y Paulina, cuates -no gemelos- estudian actualmente la preparatoria y nos acompañaron, en la vanguardia de la marcha, como miembros de la Generación Z y regresaron muy impresionados, motivados al ver a tanta gente expresándose libremente, de hecho, Paulino estaba casi afónico por tantos gritos, coreando las consignas a favor de la paz y la seguridad y en contra del gobierno.

— Estoy muy orgulloso de ustedes, porque mostraron no sólo valor, sino compromiso con su país, con sus compañeros y maestros y con todos los demás, los que no nos conformamos con la situación en que estamos por la incompetencia de las autoridades y la grave crisis de inseguridad y otras calamidades que hoy vivimos.

— Sólo hacemos lo que nos dijo mi mamá que tú y tus hermanos han hecho antes, abuelo, aunque no estoy muy seguro de que sirva de algo— dijo Paulino con una voz rasposa.

— Te diré para qué sirve, hijito, sirve para que, como yo, pueda verlos a ustedes a los ojos y afirmar que hice lo mejor que pude, pues no me quedé apoltronado como tantos otros mexicanos, por cuya falta de compromiso estamos así, para eso sirve.

Me emocionó tanto escucharlo, que no supe qué decir, sólo sentí el enorme orgullo de pertenecer a esta familia.

josearenasmerino@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 


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