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H, Matamoros, Tamaulipas:


HAMBRE

 Lunes 28 de julio de 2025


Letras de Arenas

Pepe Arenas, presenta:

“Las Peripecias, por P. Périz Copio”

HAMBRE

Me pidió mi prima Liliana Copio que la acompañara a la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores a tramitar el pasaporte de sus hijos, mis queridos sobrinos Raúl y Carmelita, porque su abuelo, mi tío Heriberto, su abuelo, los llevará a Disney World, en Miami, como premio a que ambos obtuvieron muy buenas calificaciones en la escuela.

Si me llamó para acompañarla es porque el delegado es mi amigo, antiguo compañero de la Facultad de Derecho de la UNAM. Ella sabía que preguntarían por el padre de sus hijos, y eso la incomoda, ya que no volvió a saber de él; y como ella dice, “se esfumó” y no quería pasar por la pena de dar explicaciones, de ser posible. Se asume, como lo es: una madre soltera.

Llegué puntual a su casa, como es mi costumbre; sin embargo, lo que no esperaba era que ella no estuviera lista, pues tenemos los Copio la norma de la puntualidad, que nos inculcaron los abuelos, en este caso mi tío abuelo Justino Copio Nevares, el decano, felizmente aún vivo.

No me pareció prudente preguntarle a Liliana por qué no se había alistado para acudir a hacer el trámite, ya que la encontré, no sé cómo decirlo, acongojada, quizá sea la mejor palabra para describir su estado de ánimo. Estaba sentada en la mesa del desayunador, en la cocina, con una taza de café sujeta con ambas manos, y aunque ya estaba vestida para salir, aliñada y maquillada, su expresión era de desasosiego.

Apenas respondió a mi saludo con un gesto, y señaló la silla que estaba frente a ella, como invitándome a tomar asiento, lo cual, desde luego, hice de inmediato. Sabía que nos acompañaría su mamá, mi tía Lupita, así que cuando sonó el timbre de la puerta salté como resorte a abrir. Venía con ella mi tío Heriberto, lo que me dio un gran gusto, pues hacía ya varios meses que no los veía.

Lupita, como buena madre, de inmediato notó que algo no estaba bien con su hija, así que fue al grano:

— Hija, qué sucede, algo no está bien. Esperábamos que estuvieras lista para la cita, no vayamos a perderla, dime ¿qué pasa?

Hasta que Liliana señaló una caja de cartón dispuesta sobre la mesa, la notamos. Nos dijo:

— Esta mañana, hace un rato apenas, Carmelita me dijo que en esa caja hay comida, no sé qué comida, pero me comentó que desde dos días antes, hizo una especie de colecta en su salón, convocando a sus compañeritos a traer cosas para comer de sus casas y las pusieron en esa caja, la sellaron y la trajo aquí con la ayuda de Raúl, en el coche del papá de un compañero. Por favor, papá, lee lo que dice ese papel que pusieron en la tapa de la caja.

Mi tío Heriberto leyó:

“Embajada de Palestina en México. Paseo de la Reforma 2021, Real de las Lomas, Miguel Hidalgo, Ciudad de México C. P. 11920”

— Me dijo Carmelita esta mañana que la enviara, porque hay muchos niños en Palestina que tienen hambre, que se pueden morir. No pude dejar de llorar, por eso no estoy lista, discúlpenme, pero me conmovió hasta el tuétano el gesto de mi hija. Antier en la noche estaba viendo las noticias y cuando bajó a desearme una buena noche, se quedó un rato y vio esas imágenes de los niños con las ollas, clamando por comida y sin decir más subió a su cuarto, y vean esto, es resultado de su acción a favor de esos niños.

— Ciertamente es conmovedor, hija. No me asombra, pues mis dos nietos son criaturas sensibles y conscientes, como tú los formaste.

— Sí, mamá, tienes razón. Les explicaré más tarde por qué no podemos enviar esos alimentos a Palestina.

— Pero aquí también hay niños con hambre, hija. Déjame que los lleve yo a donde sé que están y no les digas más, finalmente el propósito se cumplirá. Me haré cargo. La llevo al coche en este momento.

— Gracias papá. Lo lamentable es que haya una persona –si se le puede llamar así a un ser insensible y deleznable– capaz de aniquilar por hambre a un pueblo; pero más reprobable aún, siguiendo el mismo modelo que los nazis aplicaron a su gente en esos campos de exterminio. No lo comprendo, no logro entender, ni acepto que haya alguien así.

Los pasaportes estarán listos a tiempo.

josearenasmerino@gmail.com

 

 

 


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