Miércoles 7 de mayo de 2025
Cuento infantil
TROMPO
Por José Manrique Arenas M.
Hizo un gran esfuerzo por llegar hasta el último escalón
y rodó hasta la puerta, que afortunadamente no estaba cerrada, y entró.
⸺ Pero cómo vienes, mírate nomás. ¿Qué te pasó?, ven
recárgate aquí, junto a mí.
⸺ ¡Ay! mi querido Yoyo, no sabes qué experiencia. Déjame
tomar un poco de aire, que se me pase el mareo, y les cuento.
Yoyo le ayudó a ocupar el sitio que le tocó en la caja donde
los pusieron, hace muchos, muchos años, y esperó a que Trompo se recuperara.
⸺ Ya, ya, Yoyo, ya estoy bien. Pues verás, ayer por la
tarde, cuando apenas se veía la luz del día por la ventanita, oí pasos que
bajaban hasta acá y pensé que era Pepe…
⸺ ¡Don Pepe!, no seas irrespetuoso Trompo⸺ dijo Estrella,
una pieza de la matatena.
⸺ Bueno, don Pepe. Lo que pasa es que no me acostumbro a
la idea de que ya es un abuelo. Bien, pues no era él, era su nieto Paquito,
precisamente. Todos sabemos quién es porque Pepe, bueno, don Pepe, lo ha traído
aquí abajo, pero nunca había venido solo. La cosa es que aprovechando que aún
se veía, se agachó, abrió la caja, me tomó con las dos manos y subió a la sala,
donde estaba su abuelo y le preguntó:
⸺ Abue, ¿qué es esto tan bonito?⸺ refiriéndose a mí.
⸺ Trompo, te estás adornando, no creo que haya dicho eso.
⸺Yoyo, no me estoy adornando, eso dijo. Bueno, la cosa es
que entonces don Pepe, le explicó qué es un trompo, empezando por decirle para
qué existimos los trompos y le dijo también que él jugaba conmigo cuando era un
poco mayor que Paquito, ¿te acuerdas, Yoyo?, pasaba horas y horas jugando
conmigo, contigo, con Balero, ¡ah! qué tiempos tan bonitos, ¿verdad?
⸺ Claro que me acuerdo, y seguro que Balero también se
acuerda, pero no nos oye, no olvides que de tantos golpes, casi perdió el oído.
⸺ ¡Ja!, eso quisieran, pero se equivocan, escucho
perfectamente Yoyo.
⸺ Bueno, bueno, Balero, no te enojes amigo, no quise
ofenderte amigo.
⸺¿Y qué pasó entonces Trompo?, sigue contando tu aventura⸺
lo apuró Estrella.
⸺ Ah, pues Pepe, don Pepe, le quitó una cuerda a una de
esas botas que usa para ir de excursión, la enredó desde mi cabeza hasta la
punta y… ¡Zas!, me lanzó en el piso del patio. Paquito aplaudió y le pidió que
lo hiciera nuevamente.
⸺ La verdad es que don Pepe ya perdió la habilidad y le
costó mucho trabajo, pero finalmente me lanzó una y otra vez para complacer a
su nieto. Entre el gusto de volver a sentirme activo, en su mano y recordar en
cada giro cuánto nos divertíamos cuando él era niño, ya no podía más. Estoy
fuera de forma luego de tantos años aquí en la caja⸺ dijo y continuó⸺ En eso
los llamó doña María, la esposa de don Pepe, como insistes en que le diga, y se
fueron a merendar. Aproveché el momento y rodé hasta la escalera y poco a poco
llegué hasta aquí. ¿Saben qué?, creo que Paquito querrá jugar conmigo y también
con ustedes porque lo escuché decirle: “Nos vamos a divertir, ya verás, te
enseñaré mis otros juguetes y sabrás cómo los niños de la misma edad que tú
ahora, pasábamos horas en el patio jugando, no como hoy, que todos los juguetes
usan baterías y no participan otros niños”.
⸺ ¿Es verdad Trompo? ¿Es cierto lo que oímos? Apenas
puedo creer que Pepe nos va a rescatar.
⸺ ¡Hey! Cómo que Pepe, Balero, debes decir don Pepe. No
seas igualado.
⸺ Bueno, bueno, está bien. No lo llamaré más así, pero
dime si es cierto que vamos a dejar esta caja oscura y maloliente para regresar
a la acción.
⸺ ¿Cómo que maloliente? ⸺ preguntó Estufita.
⸺ Sí, huele muy feo aquí y no me preguntes por qué, pues
no te lo voy a decir.
⸺ No, no, que lo aclare⸺ dijo una de las canicas, Ágata
azul.
⸺ Pues espero que no se ofendan los luchadores, pero como
sudaron tanto y no los bañó don Pepe, bueno, Pepito, como entonces le decía su
mamá, la verdad es que sí, huelen feo, vamos, apestan.
⸺ ¡Oye, oye! No te pases Balero, mira que si repites eso
te hago una quebradora y piquete de ojos, bueno, no de ojos, de panza⸺ dijo
Blue Daemon y le dio un codazo al Santo, para que se sumara a la defensa
⸺ Bueno, bueno, no es para tanto. Calma, calma⸺ dijo
Perinola, ya fuera de la caja (le ayudó a salir Rayo, otro luchador)⸺ no le
demos tantas vueltas. Lo importante es lo que dice Trompo: es posible que
volvamos a la acción. Me muero por girar y girar, como antes.
⸺ Oye, Trompo, dime ¿sabes si además de su nieto Paquito,
tiene una nieta, una niña? ⸺ preguntó con cierta ansiedad una de las tazas del
juego de té con el que se divertía Alma, la hermana de Pepe.
⸺ No podría afirmarlo, Tacita, pero mientras me lanzaba
don Pepe, escuché una voz infantil que bien podría ser de una niña.
⸺ ¡Ay! Ojalá que sí, para que mis hermanas y yo, mis
primos los platos y la tía Estufita, también volvamos a la acción, como dice
Perinola.
⸺ ¡Sí, sí! que sean al menos dos niños, bueno, niño y
niña, pero qué tal que Paquito tiene amiguitos y todos jueguen con nosotros,
como lo hacían Pepito y sus amigos, y su hermana Alma, Almita, ¿se acuerdan?⸺
dijo Tacón, emocionado.
⸺ Ya me estoy ilusionando. Espero que no sea en balde,
pero me encanta la idea de volver a subir y bajar, de dar vueltas y sentir que
vuelo por los aires. Sólo espero que mi vieja cuerda resista, o que me ponga Pepito
una nueva. Ya sé, ya sé, Trompo, que le digamos don Pepe, pero prefiero decirle
Pepito, como cuando jugaba conmigo y con todos nosotros entonces⸺ dijo Yoyo.
Trompo se sintió aliviado de que ninguno de sus
compañeros le preguntara qué son las baterías, pues ni él mismo sabía qué eran,
pero recordaba eso que dijo don Pepe y no entendía por qué, pero no le gustó: “…no
como hoy, que todos los juguetes usan baterías y no participan otros niños”.
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