Martes 14 de enero de 2025
Letras de Arenas
Pepe Arenas presenta:
Peripecias, por P. Périz Copio
AGANDALLE
Ayer almorcé en casa de mi tía Rita. Me dio mucho
gusto que me invitara pues mi perspectiva, hasta las 9 de la mañana –luego de
una breve caminata con Luna, mi perrita y un rico baño-, era desayunar solo en
casa algo preparado por mí, lo cual no me atraía.
Pasé al mercado a comprar un ramo de flores, no muy
grande, porque los precios de todo han subido tanto, que tengo que controlar
mis gastos tanto cuanto sea posible; de hecho, ya no puedo ahorrar ni el diez
por ciento de mis ingresos, que de suyo no son cuantiosos. La cosa era no
llegar sin nada con qué corresponder a la amabilidad de mi querida tía, viuda
de mi tío Luciano Périz.
Cuando llegué a su casa ya estaban por sentarse a la
mesa ella y mis primos, Martina y Patricio, Pato, para los que lo conocemos.
Como antes les platiqué, Martina estudia la carrera de Derecho en la
Universidad del estado; y Pato no concluyó la carrera de Ingeniero en Sistemas,
pero como él dice, hoy en día la computación y sus derivados no sólo se aprenden
en las aulas, sino en la internet y con la práctica.
Para no variar, mis primos estaban enfrascados en una
discusión, la que interrumpieron brevemente a mi llegada para saludarnos, y
antes de reanudarla, mi tía nos conminó a pasar al desayunador, mientras
colocaba las gladiolas en un florero con agua. El almuerzo no podía estar
mejor: fruta –trozos de mango de manila y papaya con queso cottage-; y luego
unas ricas enfrijoladas de huevo con queso fresco, aguacate y salsa de
guajillo; café de Coatepec y pan dulce.
Martina regresó al tema y aprovechó mi presencia para
preguntarme si estoy de acuerdo en que en este momento y en los próximos años,
estamos dependiendo del Congreso, es decir, de los legisladores, ya que, según
dijo, el estado de Derecho es la única solución para evitar mayor deterioro de
la circunstancia nacional “especialmente ante la amenaza de la militarización”,
dijo.
Cuando iba a responder, se adelantó Pato:
⸺ Mira primo, lo que pasa es que mi hermanita, que por
eso estudia leyes, tiene la convicción de que de los tres poderes, el
legislativo es el más importante, y le concedo parte de razón, pero no lo es
más que los otros dos, aunque sí, hoy vemos que el ejecutivo se está
agandallando al Judicial, con eso de la reforma constitucional y la elección de
juzgadores, ni más ni menos.
⸺ No, no es sólo un cambio, es una acción urgente, ya
que el ejecutivo se aprovecha de que los diputados son de su partido y lo
obedecen sin chistar, sin cambiar ni una coma a sus iniciativas, como lo ordenó
ya sabes quién⸺, contestó ella.
Mi tía Rita, tratando de apaciguarlos, propuso que
pasáramos al jardín a tomar el café y comer esas ricas conchas blancas con
nata, lo cual me pareció muy bien y la secundé, pero no dejaron de tratar el
tema mientras ayudaban a poner todo en charolas para llevarlas afuera.
Fue entonces que Pato sacó el mejor de sus argumentos
para concluir la discusión y pasar a otra cosa:
⸺ Según la encuesta del Inegi, los mexicanos se
sienten representados por el presidente en un 24 por ciento y por otras
figuras, pero en el caso de los diputados y senadores, ni el 3 por ciento,
hermana, de modo que estamos muy, pero muy lejos de que se hagan las leyes que tú
propones modificar.
⸺ Pues por ahí hay que empezar⸺ respondió Martina⸺,
mientras no se modifique la ley para que los que dicen representarnos no tengan
siquiera el bachillerato terminado, esto no sólo va a mejorar, sino lo
contrario.
Pensé que tiene razón, quizá por eso estudió Derecho.
⸺ ¿Me pasan una conchita? Dijo mi tía y entonces
cambiamos de tema, no recuerdo cuál.
José
Arenas Merino
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