Martes 19 de noviembre de 2024
La sala superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) determinó que el periodista Arturo Zárate Vite sea indemnizado por tortura física, de la que fue víctima en diciembre de 2012.
En la primera semana de noviembre aprobó el proyecto de resolución de 61 páginas elaborado por la magistrada Zulema Mosri Gutiérrez, quien determinó el monto que se le debe pagar al afectado. El documento se basó en la descripción de las lesiones que hizo el médico de guardia del penal de máxima seguridad de El Altiplano donde el periodista estuvo recluido cinco días y en peritajes que hicieron el tribunal y la autoridad infractora.
También se fundamentó en lo que establece la Ley Federal del Trabajo, en cuanto al tipo de lesiones y el tiempo que duran en sanar.
Las pruebas para los efectos de la medición de la tortura física que aportó la víctima fueron desestimadas porque la autoridad consideró que se entregaron a destiempo y porque no contribuyeron a demostrar que lo obligaron a interrumpir su actividad laboral.
El reporte del médico de guardia del penal, que describe el daño físico sufrido, está incluido en el Recomendación 27/2013 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Apoyados en ese reporte, los peritos concluyeron que dicho tipo de lesiones (equimosis en diversas partes del cuerpo) sanan en un promedio de cuatro semanas o un poco más.
Los abogados de la víctima se inconformaron con la estimación que hizo la magistrada Monri e incluso revisarán lo que han pagado instituciones de justicia en el mundo por ese daño, porque podría ser una de las más bajas o la más baja, lo que sentaría mal precedente para México en caso de tortura física.
También recordaron que está impugnado el monto que se estableció para el daño moral, porque el tribunal no hizo el cálculo a partir del 2012, año en que ocurrieron los hechos, sino mucho después.
De igual manera, explicaron que la injusticia sufrida por su defendido no tiene precedente, porque en materia penal fue víctima de una acusación infundada, una supuesta falta que no era grave y por la que lo internaron en el Centro de Readaptación Social de El Altiplano donde están los delincuentes más peligrosos del país.
Es evidente que el periodista ha sido víctima de una persecución política y de jueces de consigna que se prestaron para torcer la ley y revertir dos resoluciones de inocencia que ya tenía a su favor, señalaron.
A pesar de la gravedad del caso y que pareciera cerrado, informaron que trabajan en el recurso conocido como “reconocimiento de inocencia” con la finalidad de que tarde o temprano se le haga justicia al periodista.
Ha sido el crimen perfecto, porque por el tiempo transcurrido, más de 10 años, ya prescribió el delito de falsedad en declaraciones en que incurrió la parte acusadora, comentaron.
En cambio, agregaron, Zárate Vite, que es inocente, está condenado a cinco años y pesa sobre él la amenaza de muerte de quienes lo torturaron (personal de la extinta Comisión Nacional de Seguridad) y advirtieron que le quitarían la vida si volvía a ser confinado.
El periodista fue acusado de acoso y hostigamiento cuando se desempeñaba como vocero de la CNDH.
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