Viernes 22 de noviembre de 2024
Letras de Arenas
Pepe Arenas
presenta:
“Las Peripecias,
de P. Périz Copio”.
MILITARES
⸺ Sé que no me
lo vas a creer –me dijo Felipe Copio, mi primo segundo, licenciado en Música⸺ pero
a ti te lo tengo que decir.
Estábamos
iniciando apenas la comida en su casa y caí entonces en la cuenta de que para
escucharlo me había invitado, lo que acepté con gusto y con interés, confieso,
ya que su Marcela, su esposa guisa delicioso. No pude resistir.
Mientras
bebíamos el primero de varios tequilas acompañados de unas riquísimas
quesadillitas, así, pequeñas y bien rellenas de queso con picadillo, su hija
Florencia pidió permiso para poner música de acompañamiento, a lo que su mamá
accedió, con la condición de que no subiera mucho el volumen, para poder conversar.
Me complació mucho que mi sobrina eligiera música clásica, una selección de
conciertos de Dvorak.
⸺ Pues ya dime
primo, qué es lo que no voy a creer, de qué se trata.
⸺ Ayer hablé
con Agustín, ya sabes de cuál Agustín hablo, el hijo de tu tía María Périz, que
aunque no es mi pariente directo, lo considero como si fuéramos familia, tú lo
sabes.
⸺ Sí, ya sé de
quién hablas. ¿Y qué pasó, qué te dijo?
⸺ Pues la
conversación con él se desvió al tema de la política, como suele ocurrir, sobre
todo en estos tiempos en que Yasabesquién
decidió adelantar los tiempos electorales. Bueno, la cosa es que me dijo
que está orientando, es más, tratando de convencer a Raulito, su hijo
primogénito, para que se incorpore al Colegio Militar, imagínate.
Terminé mi tequila
y mientras Felipe me servía otro reflexioné tan rápido como pude al respecto y
estaba armando una posible respuesta –más bien una pregunta–, él continuó:
⸺ Me dijo que
él está de acuerdo con esto de lo que ya calificamos como La Militarización de
México, y casi me da escalofrío cuando lo digo, pues, según él, sólo así
saldremos de esta terrible situación de la inseguridad que ha generado la
violencia que deriva del narcotráfico, del crimen organizado, ¿puedes creerlo?
⸺ ¿Y piensas
que está equivocado? Terció Marcela, que ya estaba sirviendo la sopa de flor de
calabaza con quesillo de Oaxaca. Muchas personas piensan lo mismo, y qué digo
muchas, muchísimas. He escuchado, por ejemplo, a las mamás de las compañeras de
colegio de Florencia, ¿no es verdad hija?
⸺ No me digas
eso mi amor, me asusta escucharte. No puedo concebir que haya quien piense que
ese es el único camino para devolverle la paz al país. Para eso hay otras
instituciones, además del ejército y la marina armada, y ahora la famosa
Guardia Nacional. Están equivocados los que se muestran a favor de esa que no
puedo llamar solución.
⸺ ¿Cómo la ves
tú primo? ⸺ me preguntó.
No pude
responder de inmediato, pues tenía el bocado en la boca, y cuando estuve listo
para opinar, él mismo volvió a hablar:
⸺ Sólo quien
ha estado en un país donde rigen los militares sabe lo que es obedecer sin
chistar. Quizá recuerdes lo que nos dijo el tío Flavio cuando regresó de Lima,
allá por el año setenta y tantos, cuando el golpe miliar. Estuvo sólo dos
semanas, no sé por qué asunto, y ya quería regresar. A las 9 de la noche y
hasta las 6 de la mañana, todos tenían que estar en sus casas por el Toque de
Queda, y a quien no obedeciera, le disparaban sin preguntar ni el nombre, mucho
menos qué hacía en la calle. No, yo no quiero que eso pase aquí.
Felizmente
Florencia insistió en que cambiáramos de tema pues, como dijo, eso no es para
acompañar la comida y, efectivamente, hablamos de algo más, que no recuerdo
ahora. Me pareció que le asustó lo que decía su papá. A mí también, un poco, lo
admito. De postre, guayabas en almíbar.
José Arenas Merino
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