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 Viernes 20 de octubre de 2023


Felipe Copio Solís, primo, músico, casado con Marcela, maestra, padres de Florencia.

Florencia, estudiante de preparatoria, música como su padre Felipe

Letras de Arenas

Pepe Arenas, presenta:

“Las Peripecias, por P. Périz Copio”

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Pasé por una librería a buscar un título que llamó mi atención, no obstante que soy un tanto reacio a tratar temas de política, pero como veo que seguramente será una mujer quien presidirá México el siguiente sexenio, consulté con mi primo Felipe Copio Solís, quien además de músico de profesión, cursó también la carrera de Ciencia Política en la UNAM. Me sugirió un libro de la autoría de Francisco Cruz que se llama precisamente “Las damas de la Política”. Ya en la librería, adquirí una colección de biografías de músicos clásicos y se la llevé a Felipe, atendiendo a su invitación a comer a su casa.

No pude llevar el famoso mezcal Oxhoa –ya me lo piden mis parientes y amigos- pues agoté mi pedido; en cambio, compré de paso una botella de vino tinto italiano, y si no llevé dos, es porque Marcela, la esposa de mi primo, no bebe alcohol, no sé por qué.

Según me dijo Marcela, se organizaron muy bien para la comida, pues mientras ella preparaba el salpicón, Felipe se hizo cargo de la sopa, o mejor, de la crema de perejil, que por cierto le quedó muy sabrosa, y Florencia, su hija, se ocupó de la ensalada de brócoli. De postre, helado de chocolate y fresas.

Estábamos terminando cuando llegaron tres amigas de mi sobrina Florencia, de hecho, sus compañeras de Preparatoria y luego de las presentaciones, pidió permiso para permanecer en el comedor pues iban a preparar un trabajo, así que nosotros pasamos a la sala y ahí tomamos café y el postre.

No pude evitar escuchar lo que ese cuarteto de jovencitas adolescentes conversaban mientras hacían dibujos en unas cartulinas. Entendí que se trataba de una campaña mediante la cual convocarían a sus compañeros de la escuela a obtener su credencial del INE.

⸺ No, no pongas que es para votar, eso no vende. El mensaje es que con esa identificación podrán entrar a los antros, y que les servirán bebidas alcohólicas, si quieren consumir⸺ dijo la güerita de nombre Grecia.

⸺ Sí, sí, estoy de acuerdo⸺ dijo otra cuyo nombre no recuerdo⸺ y ya que la hayan obtenido, si quieren votar el año que entra, pues que voten. Mi papá dice que es una obligación ciudadana.

Me percaté de que no era el único interesado en lo que decían: ni Felipe ni Marcela hablaban, así que seguí escuchando a esas nuevas ciudadanas.

⸺ Mi hermano dice que en Estados Unidos no le venden alcohol a menores de 21 años, ni cigarros⸺ apuntó la tercera amiga. No registré su nombre en las presentaciones.

⸺ Hija, permite que les pregunte, ¿es un trabajo que les dejó algún profesor o qué?

⸺ No, Pa, fue una idea mía y mis amigas estuvieron de acuerdo. Tanto te he escuchado decir que las elecciones se pierden porque la gente no acude a votar, que pensé, bueno, pensamos, que hay que motivar a nuestros amigos y compañeros a sacar su credencial, por eso estamos haciendo estas cartulinas y vamos a pegarlas en la escuela y luego haremos una invitación para que hablemos de eso en el auditorio, ya pedimos permiso al director.

Me pareció ver a Felipe levitando en su asiento. Me serví otro poco de helado de chocolate.

josearenasmerino@gmail.com

 

 

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