Viernes 22 de septiembre de 2023
Letras de Arenas
Pepe
Arenas, presenta:
“Las
Peripecias, por P. Périz Copio”
SEPTIEMBRE
No niego que me causó curiosidad la convocatoria de mi
tío abuelo a quien le damos el tratamiento de “don” por ser el último de los
Copio que aún sigue vivo: sus cuatro hermanos, dos hombres y dos mujeres, ya no
están en este plano, como él dice.
⸺ Oye hijo, ¿sabes cuántos años tengo?⸺ me preguntó, y
por la cara que puse de inmediato se respondió⸺ bueno, bueno, no tienes porqué
saberlo, pero te lo voy a decir: el 2 de octubre cumpliré, si Dios no dispone
otra cosa, 93 años, sí, todos esos, aunque no lo creas.
Y no lo creía, aunque sabía que es ya un anciano, pues
no lo parece, no le echaba más de 85, o quizá dos más. La verdad es que se
conserva muy bien. Y como si me leyera el pensamiento, agregó:
⸺ Sí, sé que no parezco tan viejo, pero como bien
sabes, no fumo, nunca fumé y, en general, he llevado una vida sin excesos, a
diferencia de tu tío Gregorio, el más joven de mis hermanos, que siempre se
dedicó a la fiesta, desde jovencito. Yo no, siempre fui moderado en todo.
Pedimos el desayuno por paquete, que incluye jugo,
fruta y café. Mi tío pidió unos huevos motuleños y yo unos chilaquiles verdes
con pollo.
Supongo que interpretó mi silencio, así que fue al
grano. Sacó de la bolsa del saco una
hoja de papel, la desdobló y la puso sobre la mesa:
⸺ Mira, te pedí que vinieras porque sé que eres un
hombre juicioso, además de inteligente, como todos los Copio⸺ y diciendo esto
soltó un risa⸺, bueno, por esto te llamé: como ya estoy viviendo horas extras,
no, no me interrumpas, es cierto, ya me pasé de calendarios, es llegado el
momento de aprovechar que septiembre no sólo es el mes de la Patria como
enseñamos en las escuelas, al menos yo como profesor así lo hice durante muchos
años; también es el mes del testamento, según dicen los notarios y voy a
aprovechar para hacer el mío y quiero conocer tu parecer acerca de la
distribución de mis contados bienes.
Me mostró la hoja en la que en una correlación de dos
columnas aparecían el nombre de su esposa, mi tía Esperanza; sus hijos, mis
tíos Albertina –la única monja en la familia– y Heriberto, Lupita, su nuera;
mis primos Saúl y Liliana, hijos de estos últimos y sus nietos Raúl y
Carmelita, hijos de Liliana, por cierto, madre soltera por decisión propia.
Pero, oh sorpresa, ahí estaba también mi nombre.
Cuando vio mi expresión de asombro, sin darme
oportunidad de decir nada me dijo:
⸺ Esperaba esa reacción de tu parte. Te diré que te
incluí porque lo mereces y como siempre te gustó esa pintura de mis padres que
hizo tu tía Aminta, por cierto un talento desperdiciado pues pudo ser una extraordinaria
pintora si se lo hubiese propuesto, decidí heredártelo. Aprecio mucho que para
ti represente tanto tu estirpe, tu familia, y no me refiero sólo a los Copio,
pues sé bien que son tan importantes para ti como los Périz. Y por eso, el
sábado que vengas a desayunar a la casa, te voy a entregar el cuadro, haremos
una pequeña ceremonia y te lo llevas.
Me conmovió hasta las lágrimas el gesto de mi tío y lo
abracé con amor.
josearenasmerino@gmail.com
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