MULAS

 Lunes 24 de julio de 2023

Letras de Arenas

Pepe Arenas, presenta:

“Las Peripecias, por P. Périz Copio”

MULAS

Mi primo Felipe me preguntó cuánto tiempo había transcurrido desde la última vez que vi a otro primo, Saúl Copio. Le dije que no lo recordaba, pero no menos de una par de años. Me dijo que lo había encontrado casualmente el martes anterior y lo invitó a comer y que me esperaba a mí también. Desde luego que no sólo lo agradecí, sino que me alegró la invitación porque Marcela, su esposa, es una magnífica cocinera y yo un buen tragón.

Felipe es uno de esos solterones empedernidos que defienden su libertad hasta con su vida, si fuese menester. Ha dedicado su vida, desde adolescente, a vender. Para eso nació, para el comercio y hoy que es un cincuentón, podría escribir un libro de sus experiencias, pues comenzó vendiendo las historietas que su padre le compraba y los periódicos que él leía, además de cuanto encontraba en la covacha de su casa paterna, lo que fuese. Los domingos llevaba todo eso en un carrito de baleros al mercado, ponía su puesto y regresaba con casi nada, pero con una buena cantidad de dinero.

Llegué como es costumbre, con una botella de mi mezcal favorito, Oxhoa Agave Kishiokan, que mi primo Felipe celebró y de inmediato sirvió la primera ronda. Ya estaban ahí Saúl y un amigo que lo acompaño, Octavio Serrano, vendedor también, según aclaró. Me extendió de inmediato su tarjeta de presentación y lo mismo hizo Saúl, luego de darnos un abrazo con mucho afecto. Ambos son promotores de seguros de todo género.

Al término de la comida, a media tarde, Saúl propuso que jugáramos una partida de dominó. Felipe accedió con gusto pues, dijo, hacía más de un año que no jugaba.

⸺ Manos a las fichas. Pasen a la terraza, ahora las llevo y algo para acompañar el coñac que trajo Saúl.

⸺ No, no fui yo, fue idea de Octavio. Lo que traje fueron unas trufas de postre.  

Marcela estuvo de acuerdo, preparó unos bocadillos. Felipe le hizo los honores al Hennesy XO y sorteamos las parejas. Saúl y yo contra Octavio y Felipe.

No habíamos concluido la primera mano, cuando caímos, irremediablemente, en el tema de las corcholatas, mientras hacía yo la sopa con las fichas.

Que Marcelo tiene más tablas, más preparación y más mundo, decía Saúl; mientras que Octavio apostaba por Claudia, que porque es doctora y, sobre y ante todo, es la favorita de quien echó a andar el proceso de selección con tal anticipación. Que, por cierto, apuntó Felipe, quizá lo hizo para mantener la atención del pueblo bueno y sabio –así lo dijo, con una sorna fácil de adivinar–; y con ello, una vez más, rompió su juramento constitucional, apuntó.

Saúl opinó que el candidato de ese grupo es el otro López, que porque tienen el mismo origen y que Monreal no tiene oportunidad, ni para el gobierno capitalino.

Mientras hablaban, yo aproveché para ahorcarle la de cincos a nuestros contrincantes.

Otro coñaquito.

josearenasmerino@gmail.com