Martes 4 de abril de 2023
Letras de Arenas
Pepe Arenas, presenta:
“Las Peripecias, por P. Périz Copio”
SANTASEMANA
Siempre he disfrutado a mi parentela, y dado gracias a
Dios por ella. Hoy tengo un motivo más para ese agradecimiento: resulta que mi primo
Ramiro Périz Silva, quien enviudó en el invierno del 2010, conoció a Lulú
Añorve hace 5 años, más o menos. La cosa es que hace unos meses vino de
Guadalajara, donde vive, a casa de su medio hermano, mi primo Matías, el
ginecólogo, para presentarla con la familia. Fue una velada muy grata. A todos
nos agradó Lulú. Bueno, pues aprovechando la Semana Santa, se van a casar,
precisamente el sábado y nos envió las respectivas invitaciones.
La cosa es que cuando me disponía a hacer la maleta para
acudir, hace un par de días, me sentí de la patada y fui a consulta médica al
Seguro y ¡zas!, que me dicen que di positivo para Sars Cov 2, o dicho de otro
modo… tengo Covid 19, por lo que no podré acudir.
Así se los dije a mi tía Rita, la viuda de mi tío Luciano
Périz, mamá de Pato y Martina. Ella se los comunicó a mi Tío Rodolfo, el decano
de la familia, y a mis primos Amalia, Arnoldo, y Fabián.
No habían transcurrido ni dos horas cuando ya me habían
llamado para expresarme su solidaridad y su pesar porque no los acompañaría. Es
más, el propio novio, Ramiro, me llamó para decirme que mucho lamentaba mi
ausencia y me prometió enviarme una copia del video de la boda.
Lo que me desconcertó fue que me vacunaron tres veces
–sólo me faltó la del refuerzo, me parece–, y aun así me contagié, quizá por
confiar, una vez más, en la información oficial, pues en los medios de
comunicación dijeron que ya era prácticamente una endemia y el uso del
cubreboca era opcional y me la creí, de modo que el sábado pasado, cuando fui
al mercado por los ingredientes del jugo verde que desayuno cada día, no lo
llevé por un descuido. Se me hace que fue ahí donde me pescó el bicho.
La parte buena de esta “historia”, es que ayer llegaron
hasta la puerta de mi casa mis sobrinos Patricio, Pato, y su hermana Mariana,
con una caja así de grande que dejaron e la entrada en previsión de no
contaminarse, con varias viandas que me enviaron mis parientes, Rita, mi tía,
Gloria y Mariana, con algunas exquisiteces que de inmediato agradecí
telefónicamente y puse en el refrigerador para administrarlas durante los días
de esta Semana Santa.
Organicé mi convalecencia para acompañarme de algunos
libros de mi biblioteca que hace tiempo no leo –me gusta releer los que más me
han gustado–, así como una lista de películas que conservo en aquellos formatos
que hoy parecen reliquias, pues conservo las videocaseteras, como se llamaban
los aparatos. Tengo Beta, VHS y DVD, que, por cierto, siguen en el mercado y
hay demanda.
Será una santasemana para mí solo, pero acompañado con el
amor de mis familiares. Sea.
josearenasmerino@gmail.com
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