Sábado 25 de marzo de 2023
Letras de Arenas
Pepe Arenas, presenta:
“Las Peripecias, por P. Périz Copio”
IGNORANCIA
Toqué repetidamente el timbre de la puerta en la casa de
mis tíos Arnulfo y Adolfina, pero no respondieron a la primera llamada, como
suele ocurrir cuando, como ayer, llegué a su casa a comer, respondiendo a la
invitación de mi primo Paco, que llegó también de visita.
Finalmente, cuando mi tío me abrió, en medio de
peticiones de disculpas por no abrir de inmediato, me franqueó el paso, tomó la
botella de mezcal que llevé, como acostumbro, y me dijo en voz baja:
⸺ Te cuento: mi hijo Paco invitó también a tu prima
Susana y a su marido, Manuel, pero llegaron muy temprano porque querían hablar
conmigo y con tu tía, de un asunto muy delicado. Resulta que ella, Susana, fue
promovida como subdirectora en una escuela secundaria pública, y está a punto
de perder su empleo por una controversia con el inspector de la zona a la que
corresponde su escuela y…
En ese momento bajó Manuel y mi tío guardó silencio.
Luego de los saludos, le pregunté por Susana y me respondió que estaba en la
planta alta, conversando con la tía Adolfina, pero que bajaría en un rato,
cuando se calmara.
⸺ Le refería a tu primo lo que ocurre con Susanita, pero
prefiero, Manuel, que tú le expliques, pues conoces mejor el caso, si te parece
bien⸺ dijo mi tío Arnulfo.
⸺ Sí, claro⸺ respondió⸺ No sé hasta dónde te contó el
tío, pero bueno, la esencia del asunto es que a mi mujer la suspendió el
inspector de la Secretaría de Educación por un altercado que tuvo con varios
padres de familia. El asunto es que vinieron a reclamarle por una acción que
ella tomó, resultado de un examen que les hizo a los chicos que ya están por
salir de la secundaria, uno de, digamos, cultura general, según el nivel en que
están, y todos, sin faltar uno, reprobaron, y por lo mismo deberán repetir el
año escolar. Los examinó porque la nombraron hace unos días en esa escuela. Ya
te imaginarás el escándalo que fueron a hacer los papás a la secretaría y, en
vez de darle a ella el respaldo, el apoyo, que esperaba ante los desastrosos
resultados obtenidos por los muchachos, la suspendieron y le exigen que se
retracte, que les permita avanzar al bachillerato, cuando no saben ni cuántos
estados tiene la república o quién fue Porfirio Díaz; para no hablar de
matemáticas o español. Susana se niega, como imaginarás, y ahora ese puesto y
los años que tiene al frente de grupo –por los que le dieron el cargo de
subdirectora–, están en riesgo, así que está en un dilema.
Mientras hablábamos, mi tío destapó la botella del Oxhoa
y sirvió sendos vasos, y sacó del refri un queso fresco y encontró unas
tostadas para acompañar el mezcal.
Mi tía Adolfina y mi prima Susana bajaron. Ésta tenía los
ojos hinchados y enrojecidos por el llanto. Me saludó y la abracé como un gesto
solidario y antes de que le dijera nada, ella nos dijo:
⸺ Me apena haber hecho este “numerito”, tíos, primo, pero
tenía que referirles lo que ya saben. Al respecto, quiero que sepan que tomé la
determinación de renunciar al cargo. No puedo aceptar que me impongan algo que
va contra mis principios. Esos chicos van rumbo al fracaso, y no es para eso
que sus padres los mandan a la escuela. Esa es mi decisión.
Sé que nos sentamos luego a comer, pero no recuerdo qué
comimos. No hubo postre, me parece.
josearenasmerino@gmail.com
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