Miércoles 8 de marzo de 2023
Letras de Arenas
Pepe
Arenas, presenta:
”Las
Peripecias, por P. Périz Copio”
AGUAS
Pasé
a la tienda de la esquina –ya saben a cuál me refiero– a comprar los refrescos
que me encargó Mariana, la esposa de mi primo Arnoldo. Cuando me llamó para
invitarme a comer, le pregunté qué hacía falta, si faltaba algo y me dijo eso,
unos refrescos y me aclaró cuál para cada quién. No incluyó a Alma, mi sobrina,
por cierto.
Llegué
puntal a la cita, como es mi costumbre, y Arnoldo me recibió con un saludo
lleno de afecto, el mismo que le profeso desde que, siendo niños, fuimos
vecinos y compañeros de escuela y de juegos.
⸺
Ah, ya veo que te tomó mi mujer de mandadero, ¿eh?⸺ me dijo bromeando y me
ayudó a poner las botellas en la mesa de la cocina. En mi morral llevaba, para
no fallar, una botella de Oxhoa, el
mejor mezcal artesanal que elabora mi amigo Javier Ochoategui en Puebla.
Me
advirtió mi pariente que tenían problemas de abastecimiento de agua potable. Sí,
también ellos, como en muchos puntos de la ciudad. Según nos informan los
medios de comunicación, es resultado de un enorme adeudo del ayuntamiento a la
Comisión Federal de Electricidad, por el cual no suministra la energía
eléctrica para que funcionen los motores con que se bombea el agua del
subsuelo. Uno de los culpables está en el bote.
⸺
No te lo digo para que no te laves las manos, pero mira, aún nos quedan varios
litros del gel anti bacterial que compré por aquello del bicho de la Covid-19,
ten esta botellita⸺ y me entregó un frasco de pet.
De
un compartimento de la alacena sacó una bolsa de cacahuates enchilados, de un
cajón unos limones y de otro un cuchillo. De otro gabinete dos caballitos tamaño
percherón y ya estábamos armados. Sirvió un primer mezcal.
Bajaron
mis sobrinas, las gemelas idénticas Lucía y Alma y me saludaron. Como siempre,
se rieron a mis costillas pues nunca sé cuál es cuál y se cambian el nombre
para engañarme.
Alma
acudió a la cocina y no acababa de entrar cuando salió diciendo:
⸺
¡Papá! ¿por qué compran esos refrescos que nos hacen tanto daño? No te entiendo.
Antes
de que respondiera, Lucía se adelantó y respondió por él:
⸺
Pues porque nos gustan. Tú sigue tomando agua, hasta que te oxides.
⸺
Ya, ya, párenle, cada día es lo mismo. Si no quieres beber refresco no lo
hagas.
Mariana
hizo su aparición también. Estaba en el jardín tratando de regar un poco de
agua a sus plantas, esperando que no mueran de sed.
⸺
Lo que no entiendo, es porqué hay agua sin límite para las refresqueras, y no
tenemos en las casas. Que alguien me explique⸺ nos dijo.
⸺
Yo⸺ dijo Alma⸺: porque las empresas embotelladoras ganan mucho dinero y tienen
preferencia. Es un negocio, mamá.
Me
dejó pensando esa chiquilla. Ambas son brillantes, niñas de esta época.
No
tomé refresco, ni agua… tomé otro mezcal.
josearenasmerino@gmail.com
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