Lunes 20 de febrero de 2023
Letras de Arenas
Pepe Arenas,
presenta:
“Las Peripecias,
por P. Périz Copio”
LETRAS
Me
emocionó abrazar a mi tío Rodolfo Périz, hermano de mi finado tío Luciano,
quien fuera esposo de mi querida tía Rita, la mamá de Martina y Pato. Nos
reunimos, como lo hacemos al menos una vez por semana en casa de mi tía, a
desayunar.
Esta
vez acudió también mi prima Amalia Périz, la profesora de Primaria a quien ya
me he referido algunas veces, es una de mis parientes más queridas.
Me
encargó mi tía que pasara con doña María a comprar dos docenas de tortillas
hechas a mano. No sé si el nixtamal es de maíz transgénico y si tiene algún
rastro de Glifosato, ese herbicida con el que aniquilan los sabrosos quelites,
esos vegetales que retrasan el crecimiento de la mazorca, por lo que en muchos
sitios donde se siembra maíz, los campesinos la arrancan a mano limpia y con
ella hacen unas ricas quesadillas. De cualquier modo compré no dos, sino tres
docenas, pensando en que no faltaran para preparar las ya conocidas por sabrosas
enfrijoladas a la veracruzana de mi tía.
Fue
un gustazo reencontrarme con mi tío Rodolfo, quien vive en Guadalajara y ya se
retiró, luego de muchos años de trabajar para una empresa automotriz de la que
llegó a ser socio, así que ahora disfruta de una merecida jubilación que le
permite dedicarse a lo que más le gusta, según nos platicó, entre otras cosas,
a leer.
⸺
Quizá lo que más disfruto es releer, porque es como el recalentado⸺ nos dijo⸺,
la segunda lectura tiene más sabor; claro, si te gustó el libro, porque no
todos merecen una repasada.
⸺
Fíjate tío, que ayer leí un artículo muy interesante⸺ terció mi primo Pato⸺:
resulta que los seres humanos, según una reciente investigación de una
universidad europea, no recuerdo en este momento cuál, tenemos la capacidad de
discernir el conocimiento y el uso de los números, al menos de la Aritmética,
casi de modo natural; no así, en cambio, el lenguaje escrito, ese hay que
aprenderlo, es decir, que requerimos de que alguien nos enseñe a leer.
⸺
¡Ay Pato! Si yo te dijera lo difícil que resulta a veces enseñar a leer a los
niños⸺ intervino Amalia⸺, mira, ignoro porque no leí lo que dice ese artículo
que refieres, pero te aseguro que coincido en su totalidad con lo que leíste. Y
si lo leíste, fue porque alguien, no sé si mi tío Luciano, que en paz descanse,
o tú, tía; o bien, en la escuela tu maestra te enseñó; pero es cierto, hay que
aprender, y no todos los niños tienen la misma capacidad, lo cual complica aún
más las cosas.
Mi
prima Martina, pasante de la carrera de Derecho y una de las más brillantes
parientes que tengo, escuchaba con atención mientras servía el chocolate
caliente y aprovechó un momento para opinar:
⸺
Siempre he creído que leer sería mucho más fácil si le restáramos algunas
letras al alfabeto, o al menos, sonidos, quiero decir, que cada letra, como las
vocales, tengan un sonido único e invariable. Eso, estoy segura, haría más
sencillo el proceso de aprendizaje, no sólo para los niños hispanohablantes,
sino para los extranjeros.
⸺
¿Cómo, danos un ejemplo hija?⸺ preguntó el río Rodolfo.
Mariana
tomó una hoja de papel de su libreta y procedió a ilustrar su idea:
⸺
Claro, tío. Mira, por ejemplo, la que llamamos “Y griega” o “Ye”, como les
enseñan hoy a los niños: tiene dos sonidos, el de ye, precisamente, como en
lluvia; pero también el de la i. Aún más complicado, hay que explicar, si se
puede, por qué escribimos así: rey, reina y no rei y reyna.
Ese
fue sólo un ejemplo que nos dejó pensando, pero la conversación fue más larga y
más rica. Es mucho lo que se puede decir al respecto, pensé, mientras saboreaba
otra enfrijolada.
josearenasmerino@gmail.com
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