Jueves 19 de enero de 2023
Letras de Arenas
Pepe Arenas, presenta:
“Las Peripecias, por P. Périz Copio”
CANDIDATOS
Mi amigo Jeremías Gallegos me invitó a tomar un café en el mismo sitio al
que acudíamos desde que íbamos a la Secundaria, hace un montón de años. Pasó
mucho tiempo antes de reunirnos ahí, como era ya una costumbre, la primera
semana de cada mes, ya que lo metieron en Chirona tres años por un delito
electoral, no sé exactamente cuál.
Me dio mucho gusto verlo luego de tanto tiempo. Noté a simple vista la
huella de su paso por la cárcel: treinta y seis meses, encerrado, son
seguramente una situación más que difícil, terrible. Ahora tenía más canas que
cabellos negros y como 25 kilos menos, según calculé.
Desde que me llamó, la semana pasada, para concertar la cita, me pregunté
qué tan pertinente o incómodo sería hablar de su estancia en el reclusorio. Lo
mejor será tratar el tema lo menos posible, me dije.
⸺ Es un gusto enorme verte, hermano⸺, me dijo mientras nos dábamos un
abrazo. Noté, que, efectivamente, y no podía decirle como antes, “el gordo
Gallegos”. Fue un abrazo muy emotivo, sin duda. Se me hizo un nudo en la
garganta que me impidió responderle de inmediato, así que procedimos a
sentarnos y ordenar ese café, pero con pan dulce.
Respondí a sus preguntas, pues eso facilitó el reinicio de nuestra amistad:
tenía más cosas que decir, pues fue él quien estuvo dentro, mientras que yo
seguí haciendo mi vida, afuera.
Antes de la segunda taza de café y otra concha con nata, ya lo había puesto
al tanto, grosso modo, de mis cuitas y las de algunos de la familia Périz, a
quienes conoce, cuando tomó el micrófono, es decir, la palabra:
⸺ Pues verás, yo no dejé de prepararme en cuestiones de la política, que
como bien sabes, es mi pasión. De hecho, eso fue lo que me llevó ahí, donde
estuve confinado. Seguí estudiando, adquiriendo información de las cuestiones
partidarias, que son mi pasión. Es más⸺, dijo mientras llamó a la mesera
pidiendo el refil⸺ escribí una
propuesta en un breve ensayo que pondré en manos de los presidentes de los
partidos.
⸺ No lo dudo, Jeremías, siempre tuviste ese gusanito metido no sé dónde,
pero ahí sigue. No olvido que cuando entramos a la Secundaria, apenas a unos
días de haber empezado las clases, llegó la subdirectora a preguntar quién quería
ser el Jefe de Grupo y no sólo levantaste la mano… ¡te levantaste del pupitre!,
bien que lo recuerdo. Es más, otro compañero, Mariano Zevallos, ese es su
nombre, levantó también la mano; pero como tú te mostraste tan dispuesto,
cuando se hizo la votación –y no había más candidatos–, ganaste de calle. Y así
fue también en segundo y tercero, ¿o no?
⸺ Sí, así mero fue. Pero luego tú te fuiste a la Preparatoria 9 y yo a la
5; y yo entré a Derecho y tú a Ciencias Políticas, y lo que no sé si sabes, es
que fui presidente de la Sociedad de Alumnos, tanto de la Prepa, como de la
Facultad. Es lo mío, como dices, pero qué pasó luego: me incorporé al PRI y ya
no pude ser candidato, porque ahí no se elige a la persona así, de frente, sino
por intereses creados.
⸺ ¿Y en qué consiste esa propuesta que quieres llevar a los partidos
políticos?
⸺ Pues, en esencia, que se hagan elecciones primarias, como se hace en
otros sistemas, como en Estados Unidos, por ejemplo, así los electores conocen
a los precandidatos, pues de otro modo, como ocurre hoy, votan por quienes
proponen los partidos, no elige la gente.
Me costó mucho esfuerzo cambiar el tema y hablar de otra cosa. No quise
apagar su entusiasmo y decirle que ya se escucha, precisamente entre los que
pretenden ser elegidos, esa misma idea. Sólo le dije que coincido plenamente
con su propuesta.
Y pedí la última taza de café.
josearenasmerino@gmail.com
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