Viernes 18 de noviembre de 2022
Letras
de Arenas
Pepe Arenas presenta:
“Las Peripecias, por P. Périz Copio”
¡MARCHEN!
⸺ Primo, por favor acércame el guacamole porque se me
está enfriando la tortilla⸺ le pedí a Paco.
Me invité –lo acepto–, a comer en casa de mis tíos
Arnulfo Copio y Adolfina, padres de Francisco, Paco, catedrático de la Facultad
de Ciencias Políticas y Sociales. Precisamente quería escucharlos acerca de lo
que está pasando en México en estos momentos calientes (que no álgidos, pues
eso es lo contrario) de la vida nacional.
Antes de llegar, le llamé a mi tío pidiéndole que le
preguntara a mi tía qué llevar para la comida; pero en vez de hacer lo que le
solicité, él sugirió que le llevara una botella de mi mezcal favorito, Oxhoa,
pues estaba por acabarse la que llevé la ocasión anterior en que los visité.
Eso hice.
Paco me pasó el plato del riquísimo guacamole que hace mi
tía y me preparé un taco de charales con ese magnífico acompañamiento. Para ese
momento ya habíamos dado cuenta de lo que quedaba en la botella, antes de abrir
la otra.
⸺ Sí, claro que fuimos el domingo a marchar, sobrino,
como seguramente lo hiciste tú también. Era casi imposible caminar en la
avenida Matamoros, camino a la plaza Zapata. Saludé a un montón de conocidos,
por cierto. Fuimos gritando el lema que según vi en la tele, fue la misma en
todas las ciudades: “el INE no se toca”⸺ respondió a mi pregunta.
⸺ Yo no estaba muy segura de ir⸺ terció mi tía⸺, pero
Arnoldo me convenció con el argumento de que si no participamos los ciudadanos
de a pie, como dicen, los políticos van a seguir haciendo lo que se les pega la
gana y nosotros nomás vemos desde la barrera. Sírvete más arroz, tiene
camarones secos, ándale⸺ me dijo mi tía.
Paco prestaba atención, pero en ese momento lo que más le
importaba era degustar las cosas que hace su mamá, pues cuando viene a verlos
es generalmente por las noches, no al medio día como hoy, cuando en la mesa hay
cosas tan ricas. Me interesaba mucho escucharlo, pero tuve que esperar.
⸺ Ya había olvidado la emoción que se siente marchar
junto a tanta gente desconocida, pero que se identifica con un objetivo, como
esta vez. Ahora que lo digo, no fue sino allá en el lejano 68, cuando el que se
llamó Movimiento Estudiantil, que no fue sólo de los entonces jóvenes que
acudíamos a la Preparatoria y otras instituciones educativas, sino de
muchísimas personas más, no necesariamente jóvenes ni estudiantes⸺ dijo mi tío
y continuó⸺: la verdad es que me sentí nostálgico por aquellos momentos que
reviví el domingo.
Paco hizo un paréntesis entre la sopa de hongos y antes
de servirse las costillas de cerdo en salsa verde y arroz, tomó un trago de
mezcal y dijo:
⸺ Me inquieta mucho lo que puede suceder ahora, me
refiero a la supuesta invitación del presidente a sus huestes a marchar con él,
digo supuesta invitación porque me parece más una indicación, casi casi una
orden. Me atrevo a afirmar que él provocó la marcha del domingo, me refiero al
efecto, pues si bien no la convocó, con todos los insultos, descalificaciones e
improperios con que se refirió a quienes planeaban participar, una cantidad muy
importante de ciudadanos que quizá no consideraban ir, lo hicieron enojados por
el trato que nos da⸺ apuntó y, antes de que continuara, mi tía dijo que sí, que
eso a ella le caló.
Y Paco agregó:
⸺ Sí, y como resultado de la multitudinaria participación
en casi todo el país de quienes se sintieron agraviados, ahora él quiere la
revancha, porque eso es, se trata de una revancha. De ahí mi inquietud: si hace
ya cuatro años que cada mañana propicia el divisionismo de la sociedad, entre
quienes están con él y los otros, lo que ahora podría suceder es que se
confronten ambas partes, pero no pacíficamente. Espero estar equivocado⸺
expresó y se hizo un pesado silencio.
El postre fue flan de queso, que tanto me gusta.
josearenasmerino@gmail.com
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