Viernes 29 de abril de 2022
PALACIO
Por Mario Díaz
Se
le “desgrana la mazorca”
-Se prevé el fin del cacicazgo en el Club Primera
Plana
- “Comisionados revisores” dicen que les “están
dando largas”
-Recuerden: integrantes de planilla deben de estar
al corriente en el pago cuotas
ES muy lamentable
que tres integrantes de la planilla que se identifica como “Esfuerzo y
Progreso” y que lleva como lema “por la renovación legal del Consejo de
Directores del Club Primera Plana A.C.”, pretenda dañar el prestigio de la
organización gremial constituida el 30 de abril de 1959, argumentando que el
actual presidente JOSÉ LUIS URIBE ORTEGA, pretende prolongar su dirigencia de
manera ilegal.
ALEJANDRO ÁLVAREZ
MANILLA, TEODORO RENTERÍA VILLA y ARNULFO DOMÍNGUEZ CORDERO olvidan que el 13
de febrero de 2020 el Consejo Directivo del CPP emitió la convocatoria
respectiva para la Asamblea Electoral que se llevaría a cabo el jueves 31 de
marzo, pero que, por la contingencia sanitaria y restricciones oficiales a
partir del 18 de marzo de ese año, el evento gremial tuvo que ser pospuesto hasta
en tanto se levantara el estado de alerta derivado de la pandemia.
El argumento que presentan en su desesperación
por apoderarse del Club Primera Plana es que han pasado dos años para el
proceso de renovación de directiva y consideran que la disposición de las
autoridades sanitarias para suspender actividades presenciales y laborales ha
sido aprovechada de manera ilegal y ventajosa por el actual presidente JOSÉ
LUIS URIBE ORTEGA.
Mezquinamente
argumentan que lleva dos años de extensión de mandato, como si el líder del CPP
fuera responsable de la pandemia y de las restricciones ordenadas por la
autoridad sanitaria. “Olvidan” que el Artículo Vigésimo Séptimo del Estatuto es
claro al establecer que al término de los tres años en funciones “los miembros
del Consejo Directivo, seguirán en el cargo hasta que sean nombrados sus
sucesores”.
Obviamente, se
trata de un argumento sin fundamento toda vez que el Club Primera Plana no
puede ni debe pasar por alto los ordenamientos oficiales, ni mucho menos
exponer a la membresía a reuniones masivas con el alto riesgo del contagio del
coronavirus SARS-Cov-2.
En un comunicado en
la página oficial del CPP, los tres integrantes de la planilla “Esfuerzo y
Progreso” y de la comisión revisora del padrón nominal se quejan de que no se
les ha presentado la documentación, olvidando que cualquier petición de esa
índole con miras al proceso electoral debieron solicitarla en tiempo y forma a
la Comisión Electoral y no en una Asamblea para Renovación de Directiva como
indebidamente se acordó a base de “gritos y sombrerazos”.
Además, cualquier
duda o inconformidad debe canalizarse a la Comisión de Honor y Justicia con
base en lo que establece el Artículo Trigésimo Octavo, fracciones 3 y 4.
“Recibirá con carácter obligatorio las quejas, denuncias e inconformidades de
la Asamblea General, de los asociados, del Consejo Directivo y de las
Comisiones. Citará y escuchará obligatoriamente a la parte denunciada para
conocer y valorar sus argumentos.”
Sin embargo,
acusando un criterio nada equitativo no solicitan a la Tesorería del CCP la
relación de los socios que están al corriente en el pago de sus cuotas y, por
ende, en activo y con derechos vigentes. Suele suceder que, generalmente, en
una asociación civil los socios más exigentes son los que menos cumplen con sus
obligaciones.
Además, dudar de la
honorabilidad del Consejo Directivo al considerar que maneja de manera
irregular el padrón de socios, podría equipararse a una falta de respeto a una
directiva electa y avalada en su momento por la Asamblea General.
Exhiben una
ambición desmedida por tomar el mando del CPP y, al mismo tiempo, dejan
entrever su baja calidad fraternal al minimizar el esfuerzo que se realizó en
plena pandemia en un intento por cumplir los compromisos gremiales y, sobre
todo, mantener la comunicación con los socios a través de los medios
tecnológicos.
Tampoco toman en
cuenta que, a pesar de los riesgos sanitarios la actual directiva tuvo que
hacer frente al requerimiento del Instituto Nacional de Administración de
Bienes Institucionales (INDABIN) para entregar el edificio social que se
encontraba en comodato, ubicado en Humboldt No. 5, colonia Tabacalera, en la
ciudad de México. Por el contrario, critican y afirman sin base que se inició
fuera de tiempo la renovación del comodato, sin importar el argumento oficial
del gobierno de la Cuarta Transformación en el sentido de que la austeridad
republicana obligaba a utilizar todos los espacios públicos para evitar el pago
de renta en inmuebles privados.
La realidad es que
se trata de un hecho inédito en la vida del Club Primera Plana como lo
representa la pandemia que obligó a una suspensión de Asamblea Electoral, pero
a la vez dar cumplimiento cabal de los compromisos gremiales y administrativos
de la asociación civil.
Tal parece que a
“Esfuerzo y Progreso” y al verdadero “poder detrás del trono” les urge tomar
las riendas del Club Primera Plana ante la marcada decadencia de las
entelequias que representan la “federación de asociaciones de periodistas
mexicanos” y el “colegio nacional de periodistas”. Por supuesto que nos les
falta razón; el CPP es una organización gremial de alto prestigio y
representación a lo largo y ancho de la república mexicana que no requiere de
entelequias para su fortalecimiento y, en cambio, las entelequias sí requieren
de su honorabilidad y prestigio.
Ahora resulta que
los integrantes de la planilla y “comisión revisora” invocan artículos,
estatutos y fracciones para frenar la integración al CPP de una docena de
periodistas reconocidos del estado de Colima, bajo el argumento de que no han
cumplido con el estatuto respectivo.
Se les olvida que,
también estatutariamente de acuerdo al Artículo XXVI fracciones 3 y 4, quienes
pretendan participar en el proceso electoral integrados a una planilla deben
tener vigentes sus derechos y estar al corriente en el pago de sus cuotas.
Es obvio que, en
cualquier organismo legalmente constituido, además de estatutos y objetivos, los
derechos y obligaciones son elementos esenciales para el correcto y justo
funcionamiento de una asociación civil.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Todo parece
indicar que “la mazorca se le desgrana” a quien pretende controlar el Club
Primera Plana. El análisis sereno de la mayoría de los socios tiende a
coincidir que ya es justo y necesario terminar con el cacicazgo de quien se
autoproclama “líder del gremio periodístico organizado en el país”, cuando la
realidad es que solo encabeza un “club de amigos de….”
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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