Martes 13 de julio de 2021
EN LAS
NUBES
Más del
género femenino
Carlos
Ravelo Galindo, afirma:
Coincidimos
con el colega José Antonio Aspiros cuando nos escribe:
“Gracias
por tus Nubes de hoy. Eso del aborto es un tema en el que se deberían atender
los datos científicos y sociales (derechos de las mujeres y de los seres recién
concebidos cuando es el caso), no los religiosos ni los políticos. Salud.
Y
de féminas, para leerlo mejor, nos escribe doña Norma Vázquez Alanís en su
crónica.
Nos
explica cómo rescatan del olvido a valiosas mujeres de la Historia de México.
La
Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG), que cuenta con el patrocinio
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), convocó a un
conversatorio virtual para hacer una revisión histórica del papel de la mujer
en todos los ámbitos de la sociedad mexicana, con la participación de los
académicos Carlos Martínez Plata, Beatriz Saavedra, Alejandro Dosal, Olivia de
Montelongo y Elizabeth Rembis.
El
maestro, escritor y poeta Martínez Plata habló de la visión histórica que, de
la grandeza de las mexicanas, tiene la mujer extranjera.
Dijo
que Madame Calderón de la Barca una de las más importantes cronistas que
relataron la vida y costumbres del México del siglo XIX, destacó el amor de la
madre mexicana, el maltrato de que era víctima por parte del marido y la
excesiva religiosidad que la perdía.
Sobre
Concepción Gimeno de Flaquer, comentó que dio a conocer en España importantes
aspectos de la civilización azteca mediante conferencias y publicaciones, con
la interpretación de sus prácticas rituales y su cultura desde una visión
feminista que la llevó a enfatizar la importancia del papel de la mujer, en
especial de Malintzi, de quien reconoció su inteligencia y el papel excepcional
que como traductora tuvo en el proceso de la conquista.
Con
este enfoque, Gimeno de Flaquer colaboró a la interpretación nacionalista y a
la construcción de la identidad femenina en México.
Martínez
Plata citó algunas de las frases más emblemáticas de esta feminista española:
“Acepta mi sexo el renombre de tierno y piadoso, pero no puede aceptar el que
le apellidéis débil”, “El hombre quiere débil a la mujer para hacerla su
juguete, para explotar su debilidad” y “¿Cómo ha de dirigir la educación de sus
hijos y el orden doméstico, una mujer sin carácter?”
También
recordó a la poeta y educadora chilena Gabriela Mistral, quien con ternura
arrulló a la niñez mexicana y exaltó la maternidad con conceptos como que la
madre mexicana siempre lleva al hijo como un cántaro en la espalda.
Después
resaltó lo que la mujer mexicana ha hecho desde tiempos remotos como en el caso
de María Bartola, historiadora prehispánica cuyo mérito según el historiógrafo
Francisco Sosa fue hacer una crónica de las batallas de los mexicas y españoles.
Así
como descripciones acerca de los chichimecas y toltecas, textos que al parecer
conoció el también narrador Fernando de Alva Ixtlilxóchitl pues menciona a la
cronista indígena en su propia obra.
Era
nieta de Cuitláhuac y fue una mujer líder en Iztapalapa.
Y
la única mujer no monja de la cual se conserva una obra magnifica, es María
Estrada de Medinilla, de quien la escritora, historiógrafa, investigadora y
académica mexicana especializada en historia del mundo femenino y religioso de
la época novohispana, Josefina Muriel, señala que se le consideró la Décima
Musa antes que a Sor Juana Inés de la Cruz.
Un
ejemplo de su talento indicó, son unas décimas a San Pedro Nolasco con las que
participó y ganó el primer lugar en esa categoría en un certamen de 1633.
Con
una glosa ganó el tercer lugar en el Certamen Poético a la Inmaculada
Concepción, organizado por la Universidad, y con su ‘Relación en ovillejos
castellanos de la entrada del virrey Don Diego López Pacheco, marqués de
Villena, en México’, publicada en 1640, y la ‘Descripción en octavas reales de
las fiestas con que obsequió México al mismo virrey’, Estrada de Medinilla nos
legó toda una pieza literaria.
De
Sor Juana, dijo Martínez Plata que fue mujer excepcional cuya facultad
dominante fue la inteligencia, y apuntó que Gertrudis Bocanegra mantuvo sus
ideales hacia la Independencia incólumes y la sentencia de fusilamiento no la
amedrentó.
Asimismo,
recuperó la memoria de Laureana Wright, una escritora y periodista mexicana
precursora del feminismo a través del reclamo de los derechos naturales de las
mujeres. Escribió biografías de mujeres de la independencia recogidas en el
libro Mujeres notables mexicanas.
Mencionó
a Dolores Jiménez y Muro, quien fue una generala del ejército de Emiliano
Zapata, y a Juana Belem Gutiérrez, una periodista combatiente que luchó por las
libertades de la mujer contra la organización social y política.
Pretendía integrar un movimiento de mujeres,
también fue docente, anarquista, sufragista y activista.
Fundó
el semanario anticlerical y anti porfirista Vésper desde el
cual criticó a la dictadura por lo cual sufrió represión, encarcelamiento y el
destierro.
Incluyó
además a Consuelo Colón -maestra y periodista duranguense- quien en su
libro Mujeres de México (1944) consiguió dar un panorama
bastante amplio de un grupo de damas que lograron realizar una labor destacada
dentro de diversos ámbitos por méritos propios, es decir, sin la compañía de un
hombre. De esta manera ella dejó constancia de las mujeres notables de esa
década de los cuarenta.
Martínez
Plata finalizó su intervención con Hermila Galindo, una luchadora social en
favor de los derechos de la mujer.
Ella
consideraba que “un Estado amputado de mujeres es como un hombre amputado de
sus miembros”. Y luego leyó un poema de la colimense Griselda Álvarez.
En
seguida, la presidenta de la ANHG, la maestra en Derecho Elizabeth Rembis
Rubio, mencionó a algunas de las mujeres que han formado parte de la Academia.
Comenzó
con Adela Formoso de Obregón Santacilia escritora, educadora, feminista y
periodista, fundadora de la Universidad Femenina de México y la Universidad
Femenina de Guadalajara, y designada además como Dama de América.
Luego
habló de la primera mujer que gobernó un estado de la República, su natal
Colima, Griselda Álvarez, ensayista, narradora, poeta y periodista que desafió
a su tiempo, fue presidenta de la Federación Mexicana de Mujeres Escritoras y
recibió numerosos reconocimientos, entre los que destacan el Premio Sor Juana
Inés de la Cruz en 1968 por su obra Tiempo presente, la Medalla al
Mérito en Letras Benito Juárez en 1993, la Medalla Belisario Domínguez en 1996
y la Presea Torre de Plata otorgada por el Club de Periodistas de México en
1998.
De
María Teresa Campomanes dijo que fue pionera de la biblioteconomía en México,
fue directora de la Biblioteca de México a la muerte de José Vasconcelos,
educadora, escritora y funcionaria en la Secretaria de Educación Pública dentro
de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos e hizo muchos estudios de
sociología.
Considerada
una de las más grandes políticas mexicanas, María Lavalle Urbina fue la primera
mujer en presidir el Senado de la República, también la primera en titularse
como abogada en la Universidad de Campeche y fue una eminente criminóloga.
Asimismo
fue primera magistrada del Tribunal Superior de Justicia, jefa de la campaña de
alfabetización desarrollada en Campeche entre 1944 y 1947, y representó a
México ante Naciones Unidas durante los trabajos sobre la condición jurídica y
social de la mujer.
Entre
sus reconocimientos figuran el Premio de la ONU por Servicios Eminentes a la
causa de los Derechos Humanos en 1973, Medalla de Honor al Mérito Jurídico de
la Asociación Nacional de Abogados en 1979, Medalla Justo Sierra del gobierno
de Campeche en 1981, la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República
en 1985.
La
Universidad Autónoma de Sudeste en Campeche le otorgó un doctorado honoris
causa, concluyó la presidenta de la ANHG.
Nos
ofrece doña Norma, ya lo confirmó, más sobre ellas.
craveloygalindo@gmail.com
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