Viernes 19 de marzo de 2021
EN LAS
NUBES
Amistad
es hacer el bien
Carlos
Ravelo Galindo, afirma:
Cierto
José Antonio, recordar es vivir. Y comentarlo un estímulo al pasado glorioso:
“Estimado
amigo. Luego de leer tus Nubes de hoy, y de recordar las experiencias de un
primo mío en el Colegio del Aire (militarizado, en Zapopan), agradezco que mi
abuelito-tutor no me haya inscrito en la Academia Militarizada México, como era
su deseo.
La disciplina castrense no es para mí; como
también lo constaté cuando hice el Servicio Militar Nacional a los 15 años. Los
superiores humillan mucho a sus subalternos, algo que yo no soporto.
Por
lo demás, mientras que tú trabajaste en un taller de herrería a los 13 años, yo
lo hice a los 16 en uno de cerrajería y radiotécnica (en ese tiempo hice un
periódico mural y dos impresos), y si luego laboraste en el Banco General de
Capitalización, yo fui mensajero en el Banco Capitalizador de América (Av.
Juárez) antes de cumplir los 17 (cuando ya escribía artículos y notas).
Con esos trabajitos ayudaba a mi abuelita, ya
viuda, a solventar al menos algunos de los gastos que hacía conmigo porque ya
estaba estudiando periodismo y había que erogar para colegiatura, libros y
pasajes.
Como
en la escuela pedían los trabajos a máquina, mi abuelita erogó la fortuna de
500 pesos para comprarme una Remington 12, usada.
Y
como verás, en estos relatos de mi pasado nunca menciono a don F. Él sólo fue
progenitor. Salud. A”.
Demos
también la bienvenida a don Domingo Beltrán por elocuente comentario:
“Pues
sí, el machismo predomina en la mayoría de las culturas ancestrales y actuales,
las mujeres pueden preciarse de controlar al género opuesto porque sus metas,
prejuicios, medios, sensibilidad, percepción, etcétera, son totalmente
diferentes al de los hombres.
Sin
embargo, el sistema está diseñado para ser administrado y ejecutado por
hombres.
Mis
respetos por siempre a la mujer como ser, como persona, como profesionista,
como madre, como pareja.
Tuve
madre, conocí una abuela, tengo pareja desde 1978, tengo hermana, primas,
sobrinas, hija y bastantes amigas con las que compartir y debatir los alcances
del matriarcado oculto. Saludos desde el charco de Tuxpan Guerrero”.
Nosotros
en honor a ellas, nos atrevemos a publicar unas redondillas de Sor Juana Inés
de la Cruz.
Habla,
con elocuencia de ambos géneros. Ellas y ellos.
Cuánta
razón de la décima musa, como se le conoció, conoce y conocerá, por la
profundidad de sus pensamientos sabios.
Ella murió muy joven.
“Hombres necios que acusáis a la mujer sin
razón,
sin ver
que sois la ocasión de lo mismo que culpáis:
Si
con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien si
las incitáis al mal?
Combatís
su resistencia y luego, con gravedad, decís que fue liviandad lo que hizo la
diligencia.
Parecer
quiere el denuedo de vuestro parecer loco el niño que pone el coco y luego le
tiene miedo.
Queréis,
con presunción necia, hallar a la que buscáis, para pretendida, Thais, y en la
posesión, Lucrecia.
¿Qué
humor puede ser más raro que el que, falto de consejo, él mismo empaña el
espejo, y siente que no esté claro?
Con
el favor y desdén tenéis condición igual, quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Siempre
tan necios andáis que, con desigual nivel, a una culpáis por cruel y a otra por
fácil culpáis.
Pues
como ha de estar templada la que vuestro amor pretende si la que es ingrata,
ofende, y la que es fácil, enfada
Mas,
entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere, bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.
Dan
vuestras amantes penas a sus libertades alas, y después de hacerlas malas las
queréis hallar muy buenas.
Cuál
mayor culpa ha tenido en una pasión errada: la que cae de rogada, o el que
ruega de caído.
O
cuál es más de culpar, aunque cualquiera mal haga: la que peca por la paga, o el que paga por
pecar.
Pues
¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis? Queredlas cual las hacéis o
hacedlas cual las buscáis.
Dejad
de solicitar, y después, con más razón, acusaréis la afición
de la que
os fuere a rogar.
Bien
con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e
instancia juntáis diablo, carne y mundo.
Y
luego de esta armonía.
Con
apego a todo un arte. Veamos con prudencia algunos ejemplos a seguir y crear la
simpatía.
Aprender
el nombre de las personas. Estudiar los gustos ajenos. Pensar bien de todo el
mundo. Tener la manía de hacer siempre el bien. Sonreír con ganas o sin ellas.
Multiplicar
el saludo. Visitar a los enfermos. Prestar libros, aunque se pierda alguno.
Hacer favores y concederlos antes de que nos pidan. Olvidar las ofensas.
Soportar
a los pesados y a los que nos caen mal. Tratar con antipáticos. Responder los
correos. Animar a los viejos o muy grandes –ojo—de edad. Y ponderarlos. No
contradecir en las reuniones, sin razón sólida.
Acudir
puntualmente a las citas. Mandar en tono suave y no gritar nunca. Dar buenas
noticias. No contradecir por costumbre -ojo-y platicar de cosas buenas.
craveloygalindo@gmail.com
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