Martes 26 de enero de 2021
EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
¡¡CORRIENDO ‘ABRÓN!!
Por Ramón Durón Ruíz (†)
A |
l viejo Filósofo le
encanta, le cautiva en grado extremo, el sentido de vida y la innata sabiduría,
–que la cuna modesta forjó– en
el agudo poeta, dramaturgo, periodista, novelista, escritor portugues y premio
Nobel de Literatura José Saramago, un hombre que se reconcilió con la tarea de
su vida: escribir, y al hacerlo tan fecundamente tuvo el privilegio de
encontrarse con su voz… y con la nuestra; me fascina cuando define a un hijo: “Hijo
es un ser que Dios nos prestó para hacer un curso intensivo de cómo amar a
alguien más que a nosotros mismos, de cómo cambiar nuestros peores defectos
para darles los mejores ejemplos y, de nosotros, aprender a tener coraje.
Sí. ¡Eso es! Ser madre o padre es el mayor acto de
coraje que alguien pueda tener, porque es exponerse a todo tipo de dolor,
principalmente de la incertidumbre de estar actuando correctamente y del miedo
a perder algo tan amado.
¿Perder? ¿Cómo? ¿No es nuestro? Fue apenas un préstamo...
el más preciado y maravilloso préstamo ya que son nuestros sólo mientras no
pueden valerse por sí mismos, luego le pertenecen a la vida, al destino y a sus
propias familias. Dios bendiga siempre a nuestros hijos pues a nosotros ya nos
bendijo con ellos.”1
Después de leer tan bello mensaje, me
quedo impávido, sin saber que escribir, y es que de tan galardonado y prolífico
escritor, después de su partida física en junio de 2010, aumentaron
considerablemente las ventas de sus libros, por una sencilla razón… huelen a sabiduría de la vida.
Eso, sabiduría,
es lo que el ser humano requiere para vivir
plenamente y envejecer saludablemente, para mantener una actitud positiva
en el hoy y frente al mañana, para entender que “Trabajar no sólo ayuda a tu
bienestar, también a desplegar los poderes que el universo te confió y
obviamente a tus finanzas sanas”
¿Cuántas
veces el ser humano está atado a los paradigmas? de que no se puede, no es
posible, es difícil la situación, las cosas grandes no están hechas para ti,
etc., prototipos que hacen que el gigante que habita en tu interior, duerma el
sueño de los justos.
En
Grecia al tomar vino, ponían el sentido del gusto al paladearlo; el de la vista
al verlo; el del olfato al olerlo;
el del tacto al tocarlo; faltaba
uno… el del oído, entonces chocaron
las copas para que sonaran y dijeron ¡salud!,
para que participara el sentido del oído.
Así
en tu vida, ten la sabiduría de
hacer partícipe de tu tarea tus cinco sentidos, pero agrega los otros cinco
sentidos extra corporales: el sentido de
la vida, ese llega con los años; el
del amor, ese está contigo desde que naces; el sentido común, las mujeres lo tienen a flor de piel, es una
conexión directa con Dios; el sentido de
la ubicuidad, te ubica en el hoy, en el aquí y el ahora y el sentido del humor, que te recuerda
que la felicidad como “el éxito, sabe a derrota… cuando no tienes con quien
compartirlo” Diez sentidos, que te dicen que no estás hecho para la
mediocridad… sino que ¡estas hecho para la felicidad!
Sabiduría, es reconocer que la vida diariamente
desborda oportunidades para ti, porque naciste para la grandeza, para expresar
tus dones y poderes, que siempre serán mayores que cualquier adversidad.
Sabiduría, es educar a tu
mente a la par que a tu alma, dándote el permiso de compartir el suficiente
amor, de tal manera que al final de la jornada, seas juzgado con amor. El
simple hecho de que aprendas a dar y compartir con amor, despliega el velo luz
que anida en tu interior.
Apropósito
de sentido del humor, resulta que por
cumplir con la frase popular “He
perdido muchos sombreros… pero gorras ni una” con
motivo de las pasadas fiestas decembrinas, el Filósofo asistió como invitado a
varios desayunos, comidas y cenas, hecho que motivó que subiera de peso por el
champurrado, los buñuelos, los tamales y el pavo, fue entonces que decidió
consultar al médico del pueblo el afamado Dr. Roldán:
— Doctor, deme una buena
receta pa’ bajar de peso.
— Para comenzar, te vas a
aventar diariamente ¡¡Cinco manzanas!!
— Me parece muy bien Doctor
–dice el Filósofo– ¿Verdes ó Rojas?
— ¡¡CORRIENDO ‘ABRÓN!!
1.-
http://www.uclv.org.ve/archives/2826
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