Miércoles 23 de diciembre de 2020
23 de diciembre de 2020
EN LAS NUBES
Terminan las posadas y sigue la corrupción
Carlos Ravelo
Galindo, afirma:
El principal
responsable de lo que suceda con tu salud y la de los tuyos a estas alturas, ya
no está en los gobiernos. Lo encuentras, como la corrupción, en los espejos. En
ti.
Culpamos a
quien no usa cubrebocas. Pero nosotros, tampoco. A quienes no atienden razones.
A quienes no guardan la sana distancia y salen de sus casas sin razón.
Si nosotros
tampoco obedecemos, no reclamemos en las redes. Mejor, por salud y por respeto,
afirma Oscar Cedillo, cuídate y cuídame.
Nos lo
recuerdan también el escritor Fernando Alberto Irala Burgos y el Inegi.
Hoy el virus
vuelve a estar en ascenso y la producción, que iniciaba su proceso de
recuperación, se ha ralentizado nuevamente.
La inseguridad
y la violencia nunca se han contenido. La estrategia de repartir abrazos y no
balazos no resultó, y ahora ya ni abrazos se pueden dar, por razones
sanitarias; los balazos siguen a la orden del día.
Empecemos con el
primero, gran conocedor en el recuento
de dos años.
Dos años del
gobierno actual se completaron ya. Un tercio colmado del sexenio que esta vez
será más corto, por lo que resulta obligado intentar un recuento de lo hasta
hoy visto.
Empeñado en
cambiar el país, bajo la premisa de que todo lo hecho antes estuvo mal, el presidente
ha tirado a la basura la mayor parte de los programas anteriores de gobierno,
para impulsar su política, que básicamente consiste en entregar ayudas en
efectivo a los sectores más pobres.
Lo hace sin
muchos controles y sin acompañarlos de evaluaciones de su impacto, así que no
sabemos con precisión ni de su real cobertura ni de sus resultados específicos.
Las obras que
el gobierno pasado dejó en proceso simplemente se han cancelado, como el
trágico caso del aeropuerto, o lucen entre postergadas y abandonadas, como el
caso del tren de la ciudad de México a Toluca.
El sistema de
salud pública se desmanteló para poner uno nuevo, centralizado y que en un
futuro que empieza por estos días será como el de Dinamarca, pero por lo pronto
ya no atiende lo que el derogado atendía, como en los publicitados casos del
cáncer de mama e infantil, o la atención a los portadores de VIH, y ha
resultado notoria y peligrosamente saturado por el Covid.
La economía se
pasmó desde el triunfo electoral de los hoy gobernantes, y la epidemia de plano
la noqueó.
La inseguridad y la violencia nunca se han contenido. La estrategia de
repartir abrazos y no balazos no resultó, y ahora ya ni abrazos se pueden dar,
por razones sanitarias; los balazos siguen a la orden del día.
A la
corrupción, como al huachicoleo, se les declaró extintos, pero ambos siguen tan
campantes como siempre. Sólo que con nuevos capos.
Para muchos es
incomprensible que con ese escenario, la gente siga otorgando carta blanca a
sus muy ineficaces gobernantes, que pese a todo gozan de popularidad y
aprobación.
Es que el pueblo
no es tonto, se nos repite todas las mañanas. Seguramente es por eso.
Y su
confirmación por el gobierno, llamado también Inegi, a esta putrefacción que no
podredumbre que no cesa. Ya la pusieron hasta fecha para conmemorarla.
El 9 de
diciembre.
Amén.
craveloygalindo@gmail.com
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