Jueves 31 de diciembre de 2020
......Por Sócrates A. Campos Lemus
POR SÓCRATES A. CAMPOS LEMUS
PUES TERMINA EL AÑO Y EL CONSEJO ES: OLVIDAR EL
PASADO PARA LLENARNOS DE PRESENTE.
No se piense que
son alusiones personales y políticas, la realidad nos dice que los viejos
estamos tan llenos de recuerdos, angustias, sueños truncados o por salir,
frustraciones, conocimientos, que olvidamos vivir y nos sentamos a esperar y
nos quedamos sin hablar y esperamos siempre hasta el morir, la realidad es así,
basta entender que si no vaciamos lo lleno de cosas inútiles y que ya no tienen
valor más que para recordar y no olvidar no podremos llenarnos de lo nuevo ni
vivir el presente, así con esas cargas vamos aumentando los resentimientos y
los odios y esto es lo que nos impide caminar y vivir y que conste que no les
hablo de teorías, lo siento, lo vivo, lo he sufrido y he tenido que entender
que vaciarme y no pedir es poder vivir mejor en el presente.
Hace apenas unos
días escuchaba muchas conversaciones de un hombre admirable: Facundo Cabral, y
este que llegó naciendo en la banqueta y caminó al lado de su madre por los
desiertos y comiendo de los basureros se admiraba incluso de cómo la madre para
tomar un bocado de basura antes que nada se arrodillaba y daba gracias por ese
alimento y muchos de nosotros olvidamos agradecer de todo y es así que pensamos
que tenemos el derecho a tomar todo sin dar las gracias y se van formando los
pequeños egoístas que somos a lo largo de la vida, cuando no se entiende la
necesitad del otro no se entiende el valor de uno ni la importancia que es la
solidaridad y el afecto, el amor dicen algunos y es verdad, amarnos y poder
amar y de esto nos olvidamos pensando en que todo es trabajo y encontrar
mecanismos de más y de más, de acumular, no sabiendo que esto no sirve para
darnos ninguna felicidad, estamos viviendo pensando en lo que piensan los demás
de nosotros cuando solamente nos debemos preocupar por lo que hacemos, por
nuestra conciencia, y lo que otros piensen es cuestión de ellos y de sus malas
rachas y caminos en el ego.
Hace muchos años,
después de vivir y entender muchas cosas en la cárcel, de los egoísmos y las
bajezas, fui entendiendo que solamente debería hacer caso a lo que hacía y me
dictaba el corazón y la conciencia y que debería dejar a un lado lo que los
otros en sus bajezas o egoísmos o trácalas de sobrevivencia decían y hacían y
se fueron aclarando con el tiempo las verdades y al final me vale, lo hecho,
hecho está, y los males o bienes ya pasaron, así me sacudí de muchos malos
tiempos y recuerdos y pude dejar a un lado resentimientos y odios y ambiciones
y me dedique a vivir a mi manera, como me dictaba la vida porque efectivamente
la vida es sabia y nos lleva y nos brinda todo en abundancia y en lo que
necesitábamos, jamás he dejado de tener comida y vestido o sustento, como que
el creador efectivamente nos da la oportunidad de entender que no se requiere
de acumular sino que se necesita vivir el momento y agradecer y dar y dar de
todo para contribuir en algo, en un poquito, para la felicidad.
Cuando volteamos y
vemos el camino lleno de miserias humanas, de muertos y destrozos familiares,
de resentimientos y arrepentimientos, de hombres y mujeres devastados por la
vida, de huérfanos inquietos y asustados, de viejos desesperanzados y que solo
esperan la muerte y no tienen ni siquiera esperanzas y alegrías, que se
quedaron en sus recuerdos y frustraciones y odios y se acalambraron y se
paralizaron y mueren sentados y en cama sin ver la luz del sol ni sentir el
frío del viento, podremos entender que no es el camino y que debemos parar pero
para soltar, para vaciar lo viejo y llenarnos del presente, de lo nuevo. Así
podemos entender que voltear sirve para vaciar no para paralizar y volver a
los odios y rencores.
Hoy, cuando siento
cerca a mis seres queridos doy gracias por todos los tiempos, por sus caricias,
por sus bondades, por sus propios egoísmos que van superando en su crecimiento
y sobre todo porque viven, me alegran sus gritos y me entusiasman sus sueños y
trato de aprender sus nuevos dichos y sus acontecimientos que no son las
preocupaciones nuestras, son nuevas, tienen otros caminos vislumbrados porque
nos han visto caer muchas veces y levantarnos lentos, pero levantarnos y no
dejarnos y esto los mueve a otros horizontes y otras metas y debemos aprender
no para impulsar o condenar o apoyar sino para entender que es lo nuevo y
entendiendo lo nuevo podremos dejar atrás lo viejo.
Tuve la alegría de
comentar antes del fin de año con varios amigos entrañables desde viejos
tiempos y encontré que ellos son los que sobreviven porque también piensan que
se debe dejar el pasado para llenarse del presente y seguir caminando, lerdo,
lento, pero caminando lo que nos falta o queremos, nadie se quejó de que le
faltara algo, soltaron recuerdos que nos hicieron reír y alegrarnos el momento
y sentí que valía la pena continuar viviendo dejando atrás lo viejo para
llenarnos de presente y que este es en verdad un don de dios o como quieran
llamarle al creador.
Sin duda es bueno
recordar pero no anclarse en el dolor o los buenos recuerdos, siempre hay algo
para que nos asombremos, ya sean la noche o el amanecer, el ver que los pájaros
vuelan y cantan y alegran y se juntan y van en grupos como cantando y alabando
porque tienen todo para sobrevivir sin que se preocupen, así de buena y
abundante es la vida, en verdad que no nos falta nada, nos falta a los que
acumulan y no entienden que para cubrirse solo se necesitan dos mudas y para
comer un buen pan y agua y hay plantas que nos esperan y podemos cosecharlas
incluso en las macetas y así tenemos chayotes, no de los que se cobran sino de
los que se comen, y tomates y limones y maracuyá y agua limpia y chiles
habaneros y sonrisas en la mesa y olores y recuerdos nuevos que nos brindan
vida y solamente nos restaría dar gracias por todo lo que hemos aprendido en
este mal año que por lo demás, no obliga a pensar y volver a la realidad,
dejando que nos llenemos de presente y agradecer por todo lo que ahora tenemos
y podemos agradecer que es la vida y la salud y la esperanza…
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