Por Alejandro Ruíz Robles
“¡Qué tiempos aquellos!”, “¡Yo aún recuerdo …!”,
“¡Parece qué fue ayer …!”, “¿Cómo olvidar …?, etcétera. Todas estas frases
sirven para ilustrar las diferencias que se presentan con el tiempo o para rememorar
momentos pasados y si bien, parecen expresiones extraídas del Cine de Oro
Mexicano, es cada vez más común escucharlas en boca de todos. Sin duda la
pandemia puso de moda el uso de estas expresiones que hacen referencia a etapas
previas a su llegada.
No obstante, me resulta tan extraño escuchar a los
niños que digan “¡antes yo …. pero ahora …” que pudiéramos dividir nuestra
historia no como la conocemos hoy, es decir, “A.C. / D.C. (Antes de Cristo /
Después de Cristo)” sino como “A. C. / D. C. (Antes del Coronavirus / Después
del Coronavirus).
Y es cierto, esta pandemia es un hecho que
marca nuestras vidas, pero el grado de impacto que genere en cada uno de
nosotros depende del valor que le demos.
¿QUIÉN ME HA ROBADO EL AÑO
2020?
Parafraseando al maestro Joaquín Sabina, tristemente, muchos expresan su
malestar con este año y resulta cada vez más frecuente que
mencionen su deseo de que “acabe pronto”, “se vaya muy lejos” o bien, “lo
tiramos a la basura”; sin embargo, … ¿Realmente son tan malos estos
momentos como para renunciar a vivirlos?
En los últimos meses, han muerto decenas de miles de personas por esta
pandemia y otras enfermedades que estoy seguro de que si pudiéramos preguntar a
cada uno de ellos si les gustaría vivir un poco más, la respuesta afirmativa
sería abrumadora.
¿Dónde está nuestra posibilidad de cambiar nuestro
mundo si renunciamos a vivir el presente?
ME OLVIDÉ DE VIVIR
Y efectivamente, es tal el desdén para vivir estos momentos difíciles que
algunos los desprecian de tal forma que ruegan porque ya estén en el próximo
año o quizás, una nueva época que los regrese al estado de confort al que se
acostumbraron.
No tienen la intención de cambiar o adaptarse y en mayor o menor medida, existen
para que el tiempo avance tan rápido que pretenden que los momentos de la
pandemia se pasmen y con ello, olvidar toda esta situación. Lastimosamente, lo
único que ocurre es que se olvidan de vivir.
Afrontar las circunstancias que hoy tenemos y
salir avante es una mejor forma de valorar lo que logremos en el futuro.
“… ESTA REALIDAD TIRANA QUE SE RÍE A CARCAJADAS …”
Así como lo escribió el cantautor argentino Alejandro Lerner en “Todo a
Pulmón”, resulta increíble la forma en
como cada vez más las personas se mortifican y ven su presente y futuro
inmediato en penumbras y con ello, ensombrecen su panorama e incomodan a quien está
a su lado.
Desde luego, la pandemia nos tomó a los ciudadanos por sorpresa y las
autoridades no han acertado o no han querido aplicar medidas realmente oportunas
y eficaces para controlarla; adicionalmente, no toda la gente le ha dado la
seriedad debida pero hoy más que nunca debemos de retomar el compromiso por
nosotros y por quienes amamos y nos rodean.
Cada uno de nosotros somos arquitectos de nuestros destinos y será una
decisión personal construir un castillo o una choza; la elección es nuestra.
TODO SE DERRUMBO DENTRO DE MÍ
Reitero, son momentos difíciles y las circunstancias no son favorables,
pero apoyemos a la gente que nos rodea y lo necesita, a cambiar su perspectiva.
Es lógico que haya momentos de incertidumbre y pesimismo, pero busquemos
erradicar de nuestra comunidad las acciones de autoflagelación y despecho. El
sustituir el pensamiento de “si hubiera” por el actuar.
Fomentar un ambiente positivo y una sana convivencia
es nuestro compromiso.
El pasado ya paso y nos ha dejado una gran enseñanza y ahora, tenemos la
oportunidad de buscar y avanzar a la luz entre todas las penumbras que
representen las adversidades; sólo que esta vez a cada paso podemos ser un
destello positivo para quienes están a nuestro lado y en nuestro camino.
Es curioso, pero cuando cambiamos de perspectiva, no vemos los
problemas como paredes
infranqueables sino como retos a superar y son los momentos de mayor oscuridad
donde nuestro esfuerzo y coraje pueden producir la chispa que ilumine el
sendero.
Sin duda, habrá personas que no deseen embarcarse en nuestro esfuerzo y es
probable, que haya algunos que revistan una importancia especial para nosotros,
pero por los que sí lo hacen y, sobre todo, por quien lo intenta, vale la pena hacerlo
cuantas veces sea necesario hasta lograrlo.
Es grato pintar de color de esperanza al mundo,
pero es más grato llegar a la meta próspera que nos merecemos.
VIVE SOÑANDO EL NUEVO SOL
Si de algo estamos convencidos es que el mundo como lo conocimos antes de
la pandemia nunca volverá a ser el mismo y hay múltiples razones para creer que
el panorama es por demás complicado; basta leer el periódico o escuchar las
noticias económicas, políticas y sociales a nivel local, nacional e
internacional para confirmarlo.
Lo qué si es un hecho, es que nosotros tenemos la elección de superar los
obstáculos, valorar quienes somos y lo que tenemos y decidir que hacer para
alcanzar nuevos niveles para nuestra satisfacción personal y profesional.
Tenemos la suerte de que al tomar estas decisiones contaremos con la
posibilidad de ser acompañados por las personas que nos importan y nuestro
esfuerzo, será un fulgor en su camino.
Vivamos para soñar el nuevo sol, comprometidos con
quienes somos y con la firme convicción de que lo lograremos.
Porque nos gusta ser sonrisa, compartamos nuestro
brillo y hagamos camino al andar.
¡Recordar el pasado siempre será agradable, pero transformar nuestro
presente para disfrutar nuestro futuro, lo será aún más!
¡Tenemos todo para hacerlo posible si así lo deseamos!
¡Nuestra mayor fortaleza es … NUESTRA ACTITUD
POSITIVA!
0 Comentarios