-A Alfonso Durazo no le ha funcionado su estrategia
-López-Gatell ha fallado en predicción y estadística
-A estas alturas, preferible orientación que regaños
A JUZGAR por los resultados
poco generosos, no es faltar a la objetividad afirmar que al gobierno de la
Cuarta Transformación no le ha funcionado la estrategia para combatir el crimen
organizado ni la planificación para enfrentar la epidemia ocasionada por el
virus SARS-CoV-2.
Antes de la enfermedad
Covid-19 que ha impactado la salud y economía en la mayor parte de los países
del planeta, ALFONSO DURAZO, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana,
acaparó los reflectores mediáticos en las conferencias mañaneras, aunque,
desafortunadamente, ni antes ni después, se ha logrado “domar” la curva de la
inseguridad que prevalece a lo largo y ancho del país.
De marzo a la fecha, las
predicciones no han sido certeras en lo que se refiere a la propagación y
contagio del coronavirus ni tampoco en el número real de defunciones.
Derivado de la crisis
sanitaria, el hombre del momento es el doctor HUGO LÓPEZ-GATELL, subsecretario
de Prevención y Promoción de la Salud, durante sus diarias conferencias
vespertinas en donde da a conocer la actualización de la estadística que
registra los nuevos casos positivos, los sospechosos y los fallecimientos a
causa del Covid-19. Lo grave es que se ha superado la barrera de los 7 mil
contagios diarios y el funcionario federal responsabiliza a los gobernadores.
Si bien es cierto que la
“nueva normalidad” no refleja necesariamente un “escenario apocalíptico”,
también es muy cierto que la estrategia para combatir, actualizar y difundir
los daños de la pandemia no ha sido la más adecuada. Desafortunadamente ni “Susana
Distancia” ni el “Escuadrón de la Salud” han logrado su cometido en lo que a
convencimiento se refiere.
De acuerdo a la Secretaría
de Salud la contingencia sanitaria no ha colapsado el sistema hospitalario en
el país, lo que podría tomarse como el triunfo de una batalla más no de la
guerra. Sin embargo, tal situación no es el común denominador en las 32
entidades federativas.
Para la Organización
Mundial de la Salud en voz del director para Emergencias Sanitarias, MIKE RYAN,
el gobierno mexicano erró con la autorización de dar por terminado el
confinamiento, justo en el momento de mayor transmisión del virus.
Asimismo, para la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) la situación en México derivada de
la epidemia es considerada como “extremadamente compleja”.
Tal pareciera que la
estrategia de la 4T está orientada a generar el mayor número de infecciones
para lograr lo que se denomina “inmunidad de rebaño” y disminuir la propagación
del virus. Mientras eso sucede, gira macabramente la tómbola del contagio que,
en muchos de los casos, conduce a la muerte.
En otros países el
confinamiento forzado dio resultados positivos porque la orden se hizo en
tiempo y forma. Es decir, en el inicio de la cadena de transmisión y no en plena
propagación del coronavirus como sucedió en México y los Estados Unidos, por
citar un par de ejemplos.
En plena crisis sanitaria,
las autoridades de los tres niveles de gobierno deberían hacer a un lado los
regaños al no lograr el convencimiento ciudadano para quedarse en casa y
mantener la sana distancia. La intención se torna prácticamente imposible ante
la necesidad de obtener el gasto familiar y la reactivación de la economía.
En cambio, bien pudieran
difundir remedios milenarios para fortalecer el sistema inmunológico que, en
las condiciones actuales, en mucho ayudarían a evitar el colapso hospitalario.
También, sería de mucho beneficio para las familias mexicanas que el gobierno
federal permitiera el uso de fármacos que testimonialmente demuestran avance
sustancial en la salud de pacientes con Covid-19.
La Ivermectina, utilizada
para desparasitar el organismo y combatir la pediculosis es un medicamento que
suministran las autoridades de salud en Tamaulipas y Nuevo León, por ejemplo,
pero que la escasez ha provocado que se dispare su precio de 40 pesos hasta 130
cada pastilla.
El dióxido de cloro es una
solución que, según testimonios de médicos y científicos, oxigena la sangre y
elimina los trombos que provoca el coronavirus, pero que no es reconocida por
la Organización Mundial de la Salud.
Cierto, la OMS es la
autoridad mundial rectora de medicamentos y enfermedades, pero, a la vez, es el
principal respaldo de la industria farmacéutica con todo lo que ello significa.
Así que….. saque usted sus
propias conclusiones.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Tal parece que en la
Junta de Aguas y Drenaje de la ciudad de Matamoros se da prioridad a la imagen
política y se coloca en segundo término la salud de funcionarios y empleados.
En ambos pisos de las
instalaciones de la Planta Uno se han detectado contagios del Covid-19, pero la
Gerencia General se resiste a reconocer la alerta sanitaria, olvidando que con
la salud no se juega y que está por encima de intereses partidistas.
II.-Ante el alarmante
incremento de contagios de coronavirus en Matamoros, cada vez son más los
ciudadanos que se preguntan si sirvió de algo la campaña de sanitización que
llevó a cabo la autoridad municipal.
Se regaron miles de litros
de agua con cloro en calles y banquetas, pero…..
Ni hablar.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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