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H, Matamoros, Tamaulipas:


El hombre “sabio”




-Reflexión asumida en Mexicali B.C.

-“Los años le hacen a uno sabio”

-Los sabios no son ególatras ni narcisistas 

POR considerarlo de interés porque invitan a la reflexión y meditación, sobre todo en estas fechas decembrinas ya próximas a concluir, vale la pena leer con atención lo que anota EN LAS NUBES don CARLOS RAVELO GALINDO, decano del periodismo nacional.

    “Esta es la reflexión de un hombre sabio. Asumida también en Mexicali, capital de Baja California.
      Un hombre acudió a un viejo sabio y le dijo “las personas me han dicho que tú eres un gran sabio. Yo quisiera preguntarte qué cosas haces para ser considerado un sabio, que los demás no hacen”.
      Esta fue la respuesta: “cuando como, simplemente como. Cuando duermo solamente duermo. Y cuando hablo contigo, eso hago hablar únicamente”.
     El hombre le dijo: “pero yo también puedo hacer eso y no por esa razón soy considerado un sabio”.
     El venerable le respondió: “No creo que sea como dices.
     Cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o los que tendrás al día siguiente.
    Cuando comes piensas en lo que harás después de comer y ahora mientras hablas conmigo ya piensas qué más preguntarme o qué responderme antes de que termine de hablar.
    Este, sin duda, es el secreto para ser un sabio: estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y, así disfrutar cada día el milagro de la vida”.
    Medítalo y ponlo en práctica. ¿Qué te cuesta?

Son, sin duda, líneas que bien vale la pena analizar detenidamente para obtener conclusiones que conlleven a mejorar estilos de vida.

Y que mejor para lograrlo, que anotar lo que el diccionario define como sabio:
1.-Persona que posee conocimientos amplios y profundos adquiridos mediante el estudio.
2.-Persona que muestra buen juicio, prudencia y madurez en sus actos y decisiones. “Los años le hacen a uno sabio”.
El diccionario alecciona que Luis Pasteur fue un sabio que logró fama extensa y resonante durante su vida y después de su muerte. También, que los siete sabios de la Antigua Grecia fueron: Thales, Bías, Pitaco, Solón, Quilón, Cleóbulo y Periandro.

Desde cierta perspectiva podría pensarse que es más sabio, aquel sabio que no se sustrae del pasado ni del presente ni del futuro a la hora de sus actos y decisiones.

Del mismo modo, resultaría inadmisible catalogar como sabio a una persona con vasta preparación académica o en la escuela de la vida, pero a la vez incapaz de vencer la egolatría y la personalidad narcisista.

Un sabio que no muestra buen juicio, prudencia y madurez en sus actos o decisiones, simple y sencillamente no es un sabio. En consecuencia, tampoco se le puede ubicar en eso que dice “los años le hacen a uno sabio”.

No puede ser un sabio aquella persona que actúa de manera visceral, que se la pasa pensando como dañar a sus detractores o que con lengua viperina trata de descalificar. Un sabio tampoco puede ser una persona oportunista y vividora, que se aprovecha de la buena voluntad de quienes lo rodean.

Por lo tanto, la reflexión de un hombre “sabio” asumida en Mexicali, capital de Baja California, no pasa de ser un juego de palabras aderezado con generosa ración de hipocresía.

El que entendió….entendió.

Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx

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