-Carta Magna y Código Penal
-¿Seguirá el “Cinturón de la Paz”’
-Tamaulipas propone Ombudsman
LA marcha del pasado 2 de
octubre deja en claro un par de realidades: el derecho constitucional a la
libre manifestación, pero, a la vez, la impunidad de grupúsculos para consumar
actos vandálicos.
El gobierno capitalino de
CLAUDIA SHEINBAUM y el de la Cuarta Transformación de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ
OBRADOR consideran como un importante logro que no hubo represión en contra de
los manifestantes, tampoco saldo trágico que lamentar y que los daños
materiales fueron mínimos, comparados con movimientos sociales de apenas unos
días antes.
Obviamente, hechos y
resultados derivados del movimiento que recordó la masacre en la Plaza de las
Tres Culturas han polarizado la opinión pública.
Desde una perspectiva se
observa un escenario halagador, pero, desde otra distinta, la óptica sugiere
que tal parece que ambos niveles de gobierno se mostraron más interesados en
proteger a los vándalos que a los manifestantes.
Opiniones ambas, por
supuesto, respetables y respetadas.
Misma diversidad de
criterios a la hora de evaluar la participación de 12 mil empleados del
gobierno de la ciudad de México que prácticamente fueron obligados a formar el
“cinturón de la paz”.
Testimonios periodísticos
registran momentos en que personas violentas y con el rostro cubierto,
insultaron y agredieron con pintura aerosol a quienes resguardaban edificios
públicos e instalaciones comerciales.
En uno de los puntos de
mayor conflicto en el Centro Histórico, los integrantes del “cinturón de paz”
hubieron de despojarse de la camiseta blanca que les proporcionó el gobierno
capitalino, ante la agresividad extrema del grupúsculo que desvirtuó el
propósito de la memorable fecha trágica que no se olvida.
Al respecto, la pregunta
lógica es: ¿en movilizaciones posteriores continuará la práctica de utilizar a
los empleados municipales como escudos humanos, con el riesgo que ello implica?
Otra más: ¿el gobierno de
la 4T y su política social permitirán actos vandálicos durante la libre
manifestación consagrada en nuestra Carta Magna?
Ahora que, efectivamente, existe
un saldo bastante generoso si se comparan los resultados de la marcha del
pasado miércoles con lo sucedido durante la movilización por el incremento de
homicidios de mujeres, el reclamo por la despenalización del aborto y el
aniversario de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
Sin embargo, una
percepción bastante generalizada indica que tanto el gobierno federal como el
capitalino no han encontrado el punto medio que respalde el derecho a la
manifestación, pero, al mismo tiempo, castigue los actos de vandalismo.
Datos estadísticos indican
que 12 mil empleados de distintas dependencias de las 16 delegaciones de la
Ciudad de México formaron el “Cinturón de la paz”, con el respaldo de 2 mil 300
policías.
El gobierno de CLAUDIA
SHEINBAUM invirtió casi un millón de pesos en la adquisición e impresión de 20
mil playeras blancas que vistieron los trabajadores, que fueron obligados a
resguardar edificios públicos para impedir la labor destructiva de los
encapuchados.
De acuerdo a la cifra
oficial, alrededor de 10 mil personas participaron en la movilización que tuvo
como punto de reunión el zócalo capitalino.
No es ningún buen
referente presumir que durante la marcha del 2 de octubre no hubo ningún
detenido, a pesar de que videos y fotografías documentan actos contemplados en
un Código Penal y no en la Constitución Mexicana.
Ni hablar.
DESDE EL BALCÓN:
En Tamaulipas, diversas
organizaciones civiles no gubernamentales están manifestando su apoyo al Doctor
en Derecho FELIPE DE JESÚS ÁLVAREZ CIBRIÁN para presidir la Comisión Nacional
de los Derechos Humanos (CNDH) para el período 2019-2014.
El profesionista,
investigador especializado en derechos humanos, se desempeñó a lo largo de 10
años como Ombudsman en el estado de Jalisco.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
0 Comentarios