Columna Obelisco Digital
Enfrentamiento en el Senado por asunto Santiago Nieto
Septeto Tamaulipeco busca senaduría
Lety Salazar jugará “A Las Estatuas de Marfil” en el 2018
Por: Oscar Farías Rodríguez
De pronóstico reservado la guerra sin cuartel que ahora mismo se libra en el Senado de la república tras la controversia de si restituyen o no, al recién destituido fiscal electoral Santiago Nieto Castillo, ex titular de la FEPADE, franco reto donde los destituidores serán respaldados por el PRI gobierno que por todos los caminos, puentes y veredas intentan mayoritear el asunto por la vía del voto secreto, mientras que los que se oponen a que se ratifique su destitución seguirán reventando las sesiones del senado en busca de que se restablezca cuanto antes.
Esto es preludio de lo que habremos de ver en las elecciones que se avecina en el 2018, y lo sabe Juan Pueblo, por lo que se han sumado a la exigencia de la restitución los dirigentes nacionales del PAN, Ricardo Anaya; del PRD, Alejandra Barrales, y de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, que en número de representados suman millones que están atentos por saber qué senadores son deadeveras y qué senadores sólo son títeres del tocayo de apellido del destituido Santiago Nieto.
El argumentos más fuerte, legalmente sustentable, es que el actual encargado del despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, no reúne los requisitos para ocupar el cargo, toda vez que el artículo 18 de la Ley Orgánica de la PGR establece que para ser titular de la dependencia, debe contar con un mínimo de diez años en el ejercicio de abogado, y lo mismo aplica cuando se es encargado del despacho, ley que aplica por la fecha en que se recibió de licenciado en derecho en la Escuela Libre de Derecho.
Ya en Tamaulipas, los diputados priistas Edgar Melhem Salinas, Baltazar Hinojosa Ochoa, Alejandro Guevara Cobos, Mercedes del Carmen Guillen Vicente, Yahleel Abdalá Carmona, y Monserrat Arcos, además de Ramiro Ramos Salinas, quien ya se auto trepó al tren, apuntalan sus acciones en busca de las senadurías tamaulipeca con muchas ganas aunque muy pocas canicas para jugar el próximo 1 de julio de 2018.
Este septeto priista ha sabido sortear los vendavales y mantenerse en el balcón entre revueltas y trifulcas generadas dentro, y contra su partido, sin salir muy rasguñados, con todo y que se han tuteado con los repudiados ex gobernadores Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores, actualmente encarcelados en distintas y distantes celdas, así como con Egidio Torre Cantú, auto exiliado en lujoso domicilio entre San Pedro, Nuevo León y alguna fresca ciudad canadiense.
Independientemente de los cargos penales que pesan sobre los ex gobernadores priistas detenidos, otro fuerte vendaval que tendrán que soportar los próximos candidatos priistas tamaulipecos en 2018, es el pesado fardo de la ofensiva deuda superior a los 17 mil millones de pesos que el gobierno priista de Egidio heredó al actual gobierno de los vientos de cambio.
En cuanto a importantes espacios que en los municipios de Tamaulipas tendrán que irse despejando para sumarse a los espacios geñistas, -como por arte de magia ya autodespejados tras la detención de su jefe político- está el acalambrador tema de las observaciones en los montos aplicados durante los ejercicios 2015 y 2016 en varios de los 43 municipios, por lo que el auditor Jorge Espino Ascanio, ya notificó en tiempo y forma a los nominados.
Por sus montos, y por derecho propio, encabeza la lista la bella exalcaldesa de Matamoros, Norma Leticia Salazar Vásquez, quien habrá de responder por las observaciones en la aplicación de 1 371 millones de pesos, le sigue Carlos Enrique Cantú rosas Villarreal, de Nuevo Laredo, a responder por la aplicación de 900 millones de pesos; Gustavo Torres Salinas, exalcalde de Tampico, quien tendrá que aclarar la aplicación de 400 millones de pesos, mientras que el exalcalde de Madero, habrá de responder por la aplicación de 350 millones de pesos.
En una tradicional forma de aplicar el poder con la reata del derecho, los vientos del cambio le pelan la piña a dos exalcaldes de extracción priista del sur de Tamaulipas y a dos panistas del norte quienes en la pasada elección dieron patadas al balancín del actual carruaje del poder.
Ni duda cabe que tres de ellos estarán sumamente acalambrados antes, durante y después de las elecciones del 2018, mientras que Lety Salazar, primera en la lista, pero también primera alcaldesa que ha tenido Matamoros, tendrá que demostrar a propios y extraños, que no sólo sabe tocar bien la flauta, ni bailar con excelencia la cuerda durante las rondas infantiles, sino que en este periodo electoral que ya está en curso estará impávida jugando “A las estatuas de Marfil 1, 2 y 3”.
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