-Alcaldes
no la tienen segura con aprobación de cuentas “al vapor”
-Próximo
pastor congresal asegura que podrá haber segunda revisión
-Doble
responsabilidad tendrá Cabeza de Vaca
Por Mario A. Díaz
EN prevención de eventuales vientos políticos
huracanados, el Congreso Local ha decidido trabajar “tiempo extra”, para
desahogar el rezago que presenta la LXII Legislatura Tamaulipeca.
Asimismo, en el mes de agosto se habrá de instalar la comisión permanente
que por acuerdo de las fracciones parlamentarias, estará integrada por siete
diputados y no solo por tres, como funciona de manera tradicional.
No deja de llamar la atención el dicho del
presidente de la Junta de Coordinación Política, RAMIRO RAMOS SALINAS, en el
sentido de que poco más de 100 iniciativas están en espera de ser discutidas en
el parlamento cuerudo.
Una
lógica lectura de tal aseveración permite suponer que los proyectos de ley
saturaron el Poder Legislativo, o bien, que los diputados locales se dedicaron
a todo menos a trabajar en la responsabilidad que les fue conferida en las
urnas o por representación proporcional en el caso de los plurinominales.
Se
da por descontado que el Congreso Local, de mayoría priísta, a través del
órgano fiscalizador otorgará el visto bueno a las cuentas públicas de los entes
que dependen de los gobiernos estatal y municipal.
La aprobación de las cuentas a alcaldes, por
ejemplo, será una de las prioridades de los legisladores que acordaron trabajar
“tiempo extra”.
Sin
embargo, con todo y el trabajo del actual grupo legislativo, que muy
seguramente aprobará cuentas públicas al vapor, los presidentes municipales y
otros entes públicos que reciban el aval de la Auditoría Superior del Congreso
del Estado no deberán echar las campanas al vuelo.
El
motivo ya lo anunció quien será el pastor congresal de la primera alternancia
política en Tamaulipas, CARLOS ALBERTO GARCIA GONZALEZ. El exdiputado federal
es muy claro al precisar que cualquier cuenta pública aprobada en la
legislatura saliente podrá ser revisada por la entrante, siempre y cuando
exista una sospecha de malversación de fondos.
Justo
ahí es donde se origina la incertidumbre que traerán consigo los vientos de
cambio que soplarán fuerte en el rincón noreste mexicano a partir del primero
de octubre.
Cierto
es que el primer gobernador de oposición, FRANCISCO JAVIER GARCIA CABEZA DE
VACA, ha pregonado que su gobierno no desatará ninguna “cacería de brujas”. No
obstante, también es una verdad de a kilo que encontrará a ras de suelo
innumerables actos de corrupción que necesariamente obligarán a la aplicación
de la justicia.
CABEZA
DE VACA tiene ante sí una doble responsabilidad. La primera, ejercer un
gobierno constitucional en beneficio de Tamaulipas y los tamaulipecos, tal y
como lo ofertó durante su campaña de proselitismo. Y, la segunda, contribuir
con su granito de arena para el regreso de su Partido Acción Nacional a Los
Pinos.
Un
gobierno de más de lo mismo no abonaría en nada la imagen bien ganada hasta hoy
por el exsenador de la república. En consecuencia, es inevitable el primer
manotazo en la mesa una vez que, en el acto solemne diga con firmeza el “sí,
protesto”.
Tampoco se trata de escudriñar a todos los nuevos millonarios surgidos
de la actual tamalada sexenal. Sin embargo, si se pretende iniciar un gobierno
con banderas desplegadas y con la transparencia como estandarte, FRANCISCO
JAVIER tendrá que actuar en consecuencia.
Pero,
mientras son peras o son manzanas, bien vale la pena que los actuales
representantes ciudadanos en el Congreso Local desquiten en algo sus altos
salarios y viáticos, con el trabajo de “tiempo extra”.
Y
hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
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